𝟑𝟑: 𝐃𝐞 𝐯𝐮𝐞𝐥𝐭𝐚

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@Lu_gomez

Estábamos ya llegando al aeropuerto de Londres, el avión dentro de unos minutos aterrizaba y enzo todavía no me decía si había llegado o no, Gaia estaba dormida y no creía que se iba a despertar

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Estábamos ya llegando al aeropuerto de Londres, el avión dentro de unos minutos aterrizaba y enzo todavía no me decía si había llegado o no, Gaia estaba dormida y no creía que se iba a despertar.

Una vez que aterrizamos llamó a Enzo unas cuantas veces y no contestaba, no sabía se preocuparme o enojarme. Lo llame tantas veces que si veo su teléfono todas las llamadas son mías.

Una vez que agarro mi maleta y los bolsos llevo a Gaia a upa por que no se quería despertar, si no fuera por que Enzo no estaba acá se me haría más fácil que estar cargando una nena, dos bolsos y una valija encima.

En el último llamado atiende con la primer palabra "perdon".

Perdón las bolas Enzo, estoy con la nena y todas las cosas, me estoy rompiendo la espalda pajero

Perdón enserió perdón, se me paso la hora yendo a buscar a olí que ni cuenta me di

Dale Enzo que no aguanto más

Le digo antes de cortar la verdad no aguantaba más, parecía una mamá luchana sentada afuera de el aeropuerto,  esperando a que llegue el taxi y con la bendi dormida.

En eso veo como llega un auto demasiado rápido para mi gusto, veo como sale Enzo de ese mismo auto para acercarse a nosotras y agarrarme a Gaia mientras yo llevo cerca del auto las cosas.

Una vez que la deja en el auto a Gaia se acerca a mi para saludarme haciendo que yo le pegue una cachetada, un poco enojada estaba.

‐1 hora te estuve llamando Enzo, una hora, para que mierda tenes celular si ni lo agarras- le digo haciendo que el mire apenado hacia el suelo como si fuera un nene chiquito luego de mandarse una cagada.

-perdón encerio, se me paso.

-el teléfono en silencio seguro, para que mierda lo tenes entonces, mira si tranquilamente te llamaba por que no se se había caído el avión, ni bola nene, que pibe tarado sos loco—digo por último para después subirme al auto, donde atrás de mi asiento veo a olí quien cuando me ve estira sus brazos hacia mi.

Una vez que tengo a la menor en mis brazos veo como Enzo entra al auto y arranca este para empezar a conducir.

Veo como cuando estábamos en la autopista no va a la ruta de mi casa sino que va por otra ruta.

-si me vas a secuestrar avísame así despierto a Gaia.

- pero que tarada, te llevo a mi casa se quedan a dormira ahí por que para llegar a la tuya hay mucho trafico.

- ay ni ganas de ir a tu casa.

- no te quejes por que te dejo acá.- luego de eso que dijo me quede callada cuando el decía algo lo decía literalmente.

[...]

Llegamos a la casa de él único hombre, una vez que bajamos oli sale corriendo hacia la casa, y yo bajo a Gaia mientras enzo bajaba las maletas, en el transcurso hacia la puerta de entrada siento como Gaia se empieza a retorcer abajo mio indicando que se estaba despertando.

Una vez que se despierta me abraza como saludándome y baja de a upa mio  pero se queda quieta al ver que no era casa.

Me vuelve a abrazar pero ahora con miedo.

- amor, es la casa de Enzo, no podíamos llegar a casa así que hoy nos quedamos en su casa si?- le digo haciendo que ella asiente con su cabeza y ya entrando en confianza entra a la casa como si fuera suya, su supiera que en realidad es suya.

Enzo entra atrás mio y deja las maletas en el living, olí y gaia corrían como si estuvieran en un campo, era gigante la casa de Enzo, era 3 veces la mía o más, tanto espacio quería.

—cuando le vas a decir?- dice enzo atrás mio en el oido para que las nenas no escuchen aunque no estaban cerca.

-decir que?

- no te hagas la boluda, quiero que le digas a Gaia que soy su papá, merece saber.

- es mi decisión y yo decido cuando le digo.

Una ves que le digo eso me voy a ver qué hacen las chiquitas quienes estaban jugando, con las muñecas de olí.

Pasaban mucho tiempo juntas y eso me gustaba por que van a empezar a pasar más tiempo juntas cuando sepan que son hermanas.

Pasamos el tiempo ahí hasta que ellas se pusieron a bostezar, las acuesto haciendo que se duerman rapidísimo, y luego bajo encontrando a Enzo en el sillón mirando la tele, le preguntó si no tenia ninguna habitación demás para que yo duerma a lo que el responde que no, y que no iba a dormir en el sillón sino que iba a dormir con el.

Ambos nos vamos a acostar, cuando le doy la espalda siento como el me abraza por la cintura, no lo quito por que me gustaba, y así me quedé dormida.

Destino-Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora