Capitulo 64

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Miro las puertas del elevador y veo que se abren dejando salir a un doctor.

—Familiares de Karla Garden's.

Me quedo sentando viendo como sus padres se levantan e igual Cesar.

—¿Ella está bien doctor?

Veo como suspira y asiente con la cabeza, lo cual me hace sentir más tranquilo.

—Ella despertó después del procedimiento, aunque claro está aún con anestesia y solo dijo que tenía frío, volvió a dormirse y ya está aquí en piso, tuvo mucha suerte...

El doctor asiente con la cabeza y se va.

¿Suerte? ¿Perder un hijo es suerte?

Jodido doctor, malditas palabras que eligió.

—Santiago.

Escucho que me llama la madre de Karla y Gerardo, volteo a mirarla y veo sus ojos llenos de lágrimas.

—¿Le dirás tú?

Esa maldita pregunta...

¿Cómo podría decírselo yo?...

—Lo siento señora Karla, no lo haré, no quiero y no podría verla así.

Veo la decepción en sus ojos y asiente con la cabeza entendiendo.

Mi madre aprieta mi brazo y volteo a verla.

—Probablemente lo que ella quiera sea verte a ti, era hijo de los dos.

Suspiro y niego con la cabeza.

—No puedo mamá.

Siento el nudo en mi garganta y sin evitarlo vuelvo a sollozar. Siento esa presión en mi pecho queriendo explotar, quisiera apagar esos sentimientos.

KARLA GARDEN'S

Abro mis ojos y veo el techo en ondas, los cierros y los aprieto para después volverlos a abrir.

Siento mi cuerpo temblar por el frío y después vuelvo a cerrar mis ojos sintiéndome cansada.

De la nada veo algunas luces pasar por mis ojos y vuelvo a abrirlos.

—Mm...

Muevo mi boca sintiéndole pegajosa.

Mis ojos vuelven a cerrarse.

Hermanita...

Hija...

Abro mis ojos viendo más claro todo, volteo a mi lado derecho y veo a mi hermano junto con mi madre.

—Estoy bien.

Asiento con la cabeza y siento mis ojos quererse cerrar de nuevo.

De repente todo vuelve a mi de golpe y siento un dolor en mi estómago.

Abro mis ojos sintiéndome más despierta.

—¿Qué pasó? Joseph el...

Observó mejor a mi hermano y a mi madre.

Ojos hinchados y mi madre llorando silenciosamente.

Mi hermano carraspea y se acerca más a mi.

—Hermanita... ¿recuerdas que pasó?

Asiento con la cabeza.

—Te dio 4 apuñaladas en tu abdomen.

Empiezo a sentir más punzante el dolor y no quiero mirar hacia abajo.

Niego con la cabeza empezando a sentir ese nudo en mi garganta.

—Frijolito esta bien ¿verdad? Seguramente apuñalo donde no lo lastimara.

POR TI (2/2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora