Capitulo 19

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Miro a los ojos a Cesar y suspiro

— ¿En dónde estabas eh? — le pregunto separándome de el

— Estaba en Costa de Caparica — dice suspirando. — quería descansar de todos así que me fui a Portugal, me gustaría llevarte algún día ya que es realmente hermoso — dice sonriéndome

Le sonrío de vuelta

Siento unas manos en mi cintura y luego un pecho pegado a mi espalda

— Hola cesar — dice Santiago

Veo como Cesar voltea hacia arriba y sonríe forzadamente

— Hola Santiago no digo que es un gusto verte porque te vi hace... ¿2 días? Aparte me robaste a mi ex esposa — dice sonriendo burlonamente

— Tú la dejaste ir conmigo — dice burlonamente

— Okey nada de nada ¿ok? — digo separándome de los dos

— Buenos días — dice el señor Park

— Buenos días — decimos todos al unísono

— ¿ya empezaron los celos? — me pregunta riéndose

— Creo que si — digo riendo

— Okey empecemos calentando por favor — dice sonriéndome

Me coloco en el tapete azul y comienzo a estirar

Siento cada parte de mi cuerpo estirarse y tronando un poco

Suspiro

Sé que este "entrenamiento" será una guerra

— Max por favor entrenemos tu y yo — le digo con un puchero

— Claro que si mi todo — dice sonriéndome

Nos colocamos en el tapete rojo que es el más grande

¿Hace cuánto no tengo una pelea?

— Max por favor con cuidado, hace mucho no tengo una pelea — digo avergonzada

— No te preocupes mi todo ahorita despertara tu leona interior — dice sonriéndome

Escucho el "posición" y me coloco

Espero a Max y cuando trata de darme un gancho derecho lo esquivo

Golpeo sus costillas y escucho como se queja

Me toma del cuello y le pego un codazo para después tomar sus brazos e inclinarme hacia adelante y dejarlo tirado en el suelo

— ¿Dónde está mi dinero? — le pregunto de broma

— Aquí — dice señalando sus labios

Me rio y lo ayudo a levantarse

No tarda y desliza su pierna golpeando mis pantorrillas y caigo de espalda al tapete

Uf... Max

Miro a Max que está riendo

Me levanto de un brinco y le pego una patada en su trasero claramente no tan fuerte... pero si para que pierda el equilibrio y caiga de boca

Me subo a su espalda y tomo su cuello

— ¿te rindes? — pregunto riendo

— ¡S-SI y-ya suel-sueltame! — dice entrecortadamente y lo suelto

Lo ayudo a levantarse y nos miramos 5 segundos seriamente para después reírnos

¿Cómo qué no? Acabamos de pelear

POR TI (2/2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora