POR TI (2/2)

Capitulo 17

PERDON POR LA TARDANZA PERO... ES QUE YA ENTRE A LA PREPARATORIA Y ES UNA PTA ANGUSTIA 

AQUI LES DEJO ESTE CAPITULO CON TODO EL AMOR QUE PUEDA DARLES :/ PERDONENME POR DESCUIDAR TANTO LA LECTURA PERO ES DIFICIL TENER INSPIRACION CUANDO NO HAY NADA EN TU VIDA... PROMETO VENIR CON PROYECTOS MAS IMPACTANTES Y... MAÑANA SUBIRE EL CAPITULO EN LA HISTORIA DE MAX 

ADIOS Y GRACIAS MUCHAS GRACIAS <3

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Miro al último que presenta su propuesta

Me entrega su carpeta

La abro y la leo

Park Yeon Gu

Su nacionalidad es coreana

Si es el señor chino coreano o japonés

— Señor... Park — digo mirándolo a los ojos

— ¿si? — me responde

— ¿Por qué nos quiere a nosotros? — le pregunto

— Soy confiable y amigo de Alaric supongo querrás estar con alguien que asegure ser como Alaric o parecido — dice serio. — aparte conmigo tendrán más acción más trabajos — dice alzando su ceja

— ¿Cuánto y cada cuanto será nuestra paga? — le pregunto intrigada

— 500,000 pesos mexicanos a la semana — dice sonriéndome

— Prefiero dólares — le digo alzando mi ceja

— 250,000 dólares serán entonces cada semana — dice sonriéndome

— De acuerdo — digo firme

— ¿Aceptan? — dice asombrado

— ¿Dónde firmamos? — le pregunto y me extiende 3 carpetas con el contrato de cada uno

Leo el mío rápidamente miro al hombre que pronto será mi jefe y suspiro

Firmo y mi sentencia está firmada

¿Por qué no solo no firme y me salgo de esta basura de vida?

Le entrego la carpeta

— Fue un gusto hacer tratos con ustedes — dice sonriendo

— Igual señor Park — digo amablemente

— Dime Yeon como tú quieras — dice encogiéndose de hombros. — en un rato te llegara una ubicación de mi numero los espero a los 3 a las 7 am y por favor sean puntuales, vengan en ropa deportiva — dice riendo y se va

Suspiro y me dejo caer en el asiento

— Karla... yo me iré ya — dice Max y asiento con la cabeza

— Adiós Max cuídate y nos vemos mañana — digo sonriéndole

Me abraza y después de darme un gran beso en mi mejilla se va

Veo a Santiago mirarme con su ceño fruncido

— ¿Qué? — le pregunto

— Vámonos — dice tomándome de la mano

No protesto y lo sigo

Salimos del bar y caminamos al auto

Subimos y miro el cielo, está totalmente gris

Va a llover

Santiago arranca

— ¿Por qué dejas que él te diga mi todo? — me pregunta fastidiado