Draken • Ken Ryuguji

Capítulo 10: Silencio.

Draken's POV:

Hacía ya una semana que no veo a Aoi, parece estar muy ocupada con las cosas de clase y el trabajo.
Estos días me he estado viendo con Mikey y los chicos de la ToMan, Mikey no me ha dejado en paz con el tema de su hermana y tiene pinta de que voy a tener que solucionarlo pronto.

No entiendo que necesidad habrá de estirar el chicle más de lo necesario, los dos estamos hartos de discutir por todo. ¿Nos aportamos lo suficiente como para seguir aguantando esto?

Solo había una persona a la que quería ver en estos momentos, pero no recibía más que un par de mensajes de su parte. ¿La habré asustado con mi comportamiento del otro día?

*Draken*

-Hey, ¿el viernes estás ocupada?
-Tengo ganas de verte.
-;)

Ahora los mensajes tardan en contestarse, ¿tanto trabajo tendrá realmente encima? Este no suelo ser yo, ¿por qué estoy tan nervioso? Es ridículo.
Después de 10 minutos llegó un mensaje.

*Aoi*

-Hola :3
-Lo siento, pero justo el viernes no podré.
-Tengo un asunto pendiente.

*Draken*

-¿No puedes tomarte un respiro el fin de semana?
-Pasar tanto tiempo encerrada no debe de ser bueno para la salud.

*Aoi*

-Lo siento mucho, Ryuguji. No es por estudios pero no puedo verte el viernes.

Mierda.

*Draken*

-Está bien, no pasa nada.

Argh, que rabia. No obtuve más respuestas, no debía de tener más interés en mí.

Eso te pasa por rarito.
Cállate.

Aún así, el viernes habría reunión de la ToMan para hablar sobre el enfrentamiento contra Valhalla, supongo que no me pierdo nada por no verla antes.
Pero bueno, aún quedaban tres días para eso, hoy me toca verme con Mikey y Emma para solucionar las cosas, no me queda otra o no me dejarán en paz.

Ya estaba listo para irme, salí del edificio y fui directo a la moto. Miré por última vez mis mensajes pero no había nada nuevo que leer, me sentía un estúpido solo por querer tener un mensaje suyo más. Me subí a la moto y conduje directo a casa Mikey, hoy se me haría larga la tarde.
Aún no había aparcado y ya me esperaban con la puerta abierta, solo se veía a Mikey. Estaba comiendo un dorayaki mientras me saludaba con su mano libre.

-Hola.

-Kenchin, ya era hora de que vinieras. No sabes lo que me ha costado tranquilizar a Emma para que no te diera la bienvenida a base de gritos.- Entré cerrando la puerta tras de mí y le seguí hasta el salón. Ahí estaba Emma, sentada de piernas y brazos cruzados, mirando al televisor e ignorando por completo nuestra presencia. Mikey me empujó dentro de la sala.-Bueno, os dejo para que hableis de vuestras cosas, me voy a la cocina.- No me dio tiempo a replicarle, cerró la puerta después de lo que dijo.
Miré directamente a Emma, ella me miraba enfadada, tenía los ojos llorosos. Ella seguía en la misma postura, esperando a que dijera algo y yo me mantuve serio.