Draken • Ken Ryuguji

Capítulo 25: Comienzo de Algo Tranquilo.

Nezuko's POV:

Shuji se recompuso y encaró a Ken, sujetándolo de la chaqueta intentó darle un puñetazo pero este lo paró y se zafó de su agarre, quedando a centímetros del otro. Empezaba a llover fuerte y Ken se empapó en segundos.

-Vete de aquí, no eres bienvenido.- Shuji dejó salir una risa amarga mientras dibujaba una amplia sonrisa en su rostro.

-Eso no lo tienes que decir tú, dragoncito.- Ken respondió a la provocación soltando un puñetazo que Shuji también paró, respondiendo al instante con otro que casi choca en la cara del primero.

Siguieron así durante un par de minutos, Shuji se había llevado un rodillazo en el estómago y ahora Ken recibía un puñetazo en la mejilla, el primero hizo que el otro resbalara por el pavimento mojado y comenzó a golpear su cara, unos puños eran parados por su brazo y otros iban directos a su sien. Shuji levantó la rodilla con fuerza cuando Ken intentó levantarse, asestándole un golpe en la mandíbula, haciendo que callera de rodillas de nuevo, sus puñetazos iban a empezar de nuevo pero tiré con fuerza de su brazo levantado, miró hacia mí con sorpresa. Aproveché el despiste para tirar de él con todas mis fuerzas e interponerme entre los dos.

-Que mal se le da hacer de guardaespaldas, ¿ahora tienes que defenderle tú a él?- Sabía que estaba molesto y celoso, odiaba que le divirtiera la situación de todos modos.

-Basta, Shuji. Vete.- Ken se levantó, escupiendo sangre al suelo y poniendo su mano otra vez sobre mi cadera. Shuji se acercó despacio y el agarre de Ken se volvió más fuerte, obligándome a pegarme más a su pecho.

-¿Estás segura de eso?- Se acercó lentamente a mí.-Cuando me enteré de que estabas conociendo a alguien me enfadé mucho, me echaste de tu casa y una semana después me escribiste y me dijiste que viniera, ¿crees que no habrá nada que te haga cambiar de idea y que me llames otra vez?

-Sí, pensaba que vendría mi mejor amigo a consolarme pero en vez de eso tenía a un cerdo metiéndome la lengua hasta la garganta, aún después de haberle dicho que no quería que me besase.- Su sonrisa seguía inmóvil pero su ceño se había fruncido.

-Lo siento por querer volver contigo.- Dijo con amargura, yo negué con la cabeza.

-El problema es lo que has estado haciendo, no que quisieras volver conmigo.- Rio con fastidio y volvió a acercarse a mí.

-Llevas meses dejándome de lado, me has cambiado por otra persona. Cuando fuiste al cementerio sola lo llamaste a ÉL, un jodido desconocido, en vez de a mí. ¿Crees que no duele que te den de lado porque hiciste las cosas mal?- Su tono se volvía cada vez más agresivo, con cada palabra que salía de su boca su voz se elevaba poco a poco.

-¿Cuántas cosas crees que hiciste mal, Shuji? Dime, si realmente crees que es tan fácil, ¿qué es lo que quieres que perdone de todas las cosas que has hecho?- Me acerqué a él, prácticamente escupiendo la última pregunta.

-Si, Nezuko, te puse los putos cuernos y me pillaste, y desde entonces lo único que he hecho es ir detrás de tu puto culo para que me hagas caso.- Negué despacio con la cabeza mientras un risa amarga salía de mí.

-¿En serio no te das cuenta? Cuando llegué me encontré con que eras un pandillero, hasta ahí todo bien. Una semana después de volviera ¡de otro puto país porque MIS PADRES ACABABAN DE MORIR! Te pillé besándote con aquella chica, un par de calles más abajo.- Señalé hacia mi calle.- No solo no se te ocurrió dejar de verla, sino que aún por encima lo hacías sin preocuparte de que me enterara, en un momento como ese. Poco después tu grupo violó a aquella chica y la dejó en come e irreconocible.