La puerta fue golpeada, provocando un sonido lo suficientemente alto como para que lo pudiera escuchar desde su cuarto.
Alisó el kimono perfectamente doblado, con la intención de quitarle aquellas pequeñas arrugar que se le habían hecho, y se puso de pie para dirigirse a la salida.
Su hermano menor no había dejado de llorar en toda la noche, ya sabiendo que él debería partir temprano por la mañana.
Claro que Sasuke no tenía porqué conocer su descontento ante la situación. Suficiente había tenido con presenciar la discusión con su madre el día anterior.Abrió la puerta con lentitud y con su mirada clavada en el descascarado marco, se inclinó en una reverencia ante la persona que tenía en frente.
—No haga eso.—La voz gruesa de un hombre hablando en un perfecto luxemburgués, lo hizo erguirse y con su espalda completamente derecha, observó al moreno que llevaba su cabello atado en una coleta alta.
Al reconocerlo, frunció el ceño confundido por verlo de pie en la puerta de su hogar. De fondo, el carruaje blanco con bordes dorados se mostraba orgullosamente detrás de aquellos hermosos corceles.
—Buenos días.—Habló el omega, mirando la mueca curiosa que se colocaba en el rostro del contrario.— ¡Sasuke!—Llamó al pequeño, sabiendo que era la única persona aparte de su madre que podría comunicarse.
El cabello azabache de su hermanito se asomó desde la puerta de su cuarto y bajó de inmediato, queriendo hacerse el fuerte ante la despedida.
Sus ojos hinchados y rojos por haber llorado hasta quedar casi sin lágrimas, volvieron a mostrarse brillosos cuando se acercó a Itachi.
—Te voy a extrañar.—Murmuró el infante enterrando su rostro en el estómago del mayor, sin prestar atención al hombre que los observaba con curiosidad.
—Tranquilo, aún no me voy.—Dijo acariciando su cabello.— ¿Recuerdas al señor?—Sasuke se alejó un poco para poder mirar al moreno que lo saludó con una sonrisa. El pequeño se inclinó con rapidez y asintió a la pregunta de su hermano.— Pregúntale que es lo que está buscando.—Pidió con amabilidad.
El niño se colocó entre ambos, aún temeroso de que aquel beta que se presentó el día anterior con el joven duque, pudiera estar allí para alejarlo de su único hermano.
—¿En qué lo ayudamos?
Un suspiro salió de la boca del hombre antes de sonreír.
—Estoy buscando a la señora Uchiha.—Habló finalmente. Sus ojos marrones se enfocaron en el cansado rostro del adolescente y no pasó desapercibido para él, la marca ya violácea en la blanca piel de su mejilla.— ¿Se encuentra? Soy el mensajero del duque Uzumaki.
Sasuke asintió. Tomó la mano de su hermano y lo hizo a un lado para que el recién llegado pudiera ingresar a su hogar.
Iruka lo vio alejarse con pasos cortos y apresurados. Giró su mirada al joven que lo miraba incómodo desde su lugar.
Itachi sujetó su cabello, comenzando a jugar con él sin saber que podría decirle al no conocer su idioma. No se veía cómodo con el pensamiento de dirigirse a su cuarto nuevamente y dejar a la visita solo en la entrada de su hogar.
—¿Puede entenderme? —Preguntó finalmente.— ¿Gusta tomar asiento?
El moreno lo miró por un momento e inclinó su cabeza hacia un lado, indicándole que no lograba comprender sus palabras.
Ante la frustración, Itachi se dirigió hacia el viejo sofá en el centro de la pequeña sala y lo señaló con una de sus manos. Acto seguido, se sentó en el esperando a que el mayor lo imitara.
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En las manos del Duque (NaruIta)
FanficA punto de cumplirse un año desde que la familia Uchiha llegó a su nuevo hogar, Itachi no lograba encajar entre todos aquellos habitantes. No lograba comunicarse con nadie al no saber su idioma y la insistencia de su madre por contraer matrimonio, l...