Capítulo 10

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Sus manos sudaban por el nerviosismo y sus ojos no se despegaban de su reflejo en el espejo de pie.

Izumi había elegido un kimono color vino con detalles dorados en los bordes. Las zapatillas del mismo color que la decoración de su prenda, se encontraban impecables.

Kakashi lo observaba sentado en el asiento de su escritorio a sus espaldas con una sonrisa surcando su rostro.

—¿Se encuentra bien, mi señor? —Preguntó mientras veía como la criada trenzaba parte de su cabello y lo ataba detrás, dejando los acostumbrados mechones al frente.

—Supongo que estoy algo nervioso por el acontecimiento.—Respondió frunciendo el ceño.

Kakashi se dedicó a mostrarle una sonrisa antes de levantarse de su asiento.
Se acercó con lentitud y observó la imagen de su señor en el objeto.

—Se ve hermoso y no tiene porqué sentirse nervioso. Después de todo, es su futuro esposo.

Itachi asintió. Claro que era su futuro esposo y eso lo tenía perfectamente claro.
Sin embargo, con lo que había ocurrido antes de su regreso a clases de idioma, no podía dejar de pensar en qué haría si volvía a actuar de aquella manera.

No es que no le gustara o siquiera, que le molestara el hecho de que intentara seducirlo. Bien sabía que tarde o temprano debían comenzar una relación real.

Aún así, le costaba verlo como a una pareja cuando durante su corto tiempo en el castillo, el duque lo había tratado más como a un amigo cercano que como a su prometido.
Entendía que desde un inicio, estaba priorizando el conocerse antes de unirse frente a su Dios y todo ello estaba bien para él. Ya pronto tendría el tiempo de meter en su cabeza que ese apuesto alfa se convertiría en su esposo y tendría un trato diferente al que tuvo hasta ese momento.

Sin embargo, el hecho de que el duque lo tratara como a un amigo para que de un momento al otro estuviera a punto de besarlo, era lo que lo inquietaba.

Claro está que si hubiera ocurrido, él estaba seguro de no haberse negado. Sin saber realmente si era por la atracción que había comenzado a sentir por el alfa o por el hecho de que en ese momento, su aroma había comenzado a presentarse con toda la fuerza que le fue posible.

Aparte de solo tomar sus manos, Naruto no había hecho nada que pudiera hacerlo sentirse presionado.
Quizás podía ser por el simple hecho de no haber experimentado nunca lo que era tener una pareja, quizás porque se había acostumbrado a su constante trato amable sin segundas intenciones.

—Adelante, alteza.— La voz de Kakashi lo hizo voltear hacia la puerta, encontrándose con un sonriente alfa que lo miraba a la espera de que llegara a él.

Sin querer hacerlo esperar más, caminó hacia el mayor y tomó la mano que le extendía en su dirección. Naruto besó el dorso de su mano antes de colocarla al rededor de su brazo para salir del cuarto.

Itachi hubiera esperado bajar las escaleras de piedra que se encontraban cubiertas por una alfombra, sin embargo, el rubio continuó su camino hacia el otro extremo del largo pasillo. Aquel donde se encontraban algunos guardias armados custodiando la entrada al siguiente cuarto.

La puerta fue abierta para ellos e Itachi no pudo evitar sentir el fuerte aroma del alfa que se alojaba allí dentro. Sus mejillas se sonrojaron y es que no había sentido su aroma lo suficientemente fuerte al estar en espacios abiertos o por el simple hecho, de que Naruto solía reprimirlo.

Las velas iluminaban gran parte de la habitación, permitiéndole ver la cama matrimonial ubicada en el centro del cuarto, justo dentro de una pequeña sección que se dividía del resto del lugar por largas cortinas doradas que se ataban a los extremos.

En las manos del Duque (NaruIta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora