Naruto llevó una de sus manos a su boca mientras mantenía su vista fija en las escaleras. A su lado, Minato observaba con aburrimiento los colores de las telas que habían escogido para la decoración de la boda.
No es que al omega no le emocionara que su hijo contrajera matrimonio, pero podía sentirse en el tenso ambiente que no era el momento y el hecho de encontrarse verificando los colores de las telas suaves y finas, no era su trabajo más importante. Se las habían entregado como si no fueran los mismos colores sosos y aburridos que estuvieron en su casamiento, o en el de sus padres e incluso, podía recordar que en el de sus abuelos también. Colores claros y reglamentarios para los duques.
—¿No crees que sería buena idea posponer la boda? —Preguntó el mayor, mirando con cautela a su hijo en cuanto puso sus ojos azules en su persona.
Naruto tensionó su mandíbula y se recostó contra el respaldo de su mullido sillón, restregando su rostro con sus manos como un gesto cansino.
—No lo creo.—Respondió soltando un suspiro.— No quiero correr riesgo a que su madre lo aleje como si fuera un maldito objeto que puede entregar a cualquiera.—Minato lo miró por un instante y Naruto se obligó a sonreír en modo de disculpa ante su lenguaje.— Solo quiero asegurarme de que él permanecerá aquí y cuanto antes lo marque, mejor.
El omega retiró las telas con fastidio y acercó su sillón un poco más hacia el de su hijo. Naruto supo que estaba igual de preocupado que él. Podía leer el miedo en los ojos azules del mayor.
—Me siento mal por no acompañarlo. No ha salido de su cuarto más que para tener sus clases con Kakashi, pero quiero darle tiempo.—Susurró su padre.— Solo no dejes que lo invada la tristeza, cariño.—Naruto asintió.
No quería que aquel chico caiga en la depresión a la que la mayoría de los omegas, si no es que todos, llegaban al verse obligados a alejarse de sus hijos.
Era la primera vez que podía presenciar un caso como el de su prometido, donde él se sentía un padre para su hermano.
No estaba seguro de que relación había tenido con su madre los últimos años, pero bien sabía que por la forma en la que lo trataba, no era nada buena.¿Con Sasuke sería igual?
No iba a negar que aquella pregunta llegaba a aterrarlo. El pequeño tenía apenas siete años y no quería pensar en la vida de mierda que podría estar llevando.
Por otro lado, le entristecía la sola idea de pensar en que si Itachi se sentía como un padre para su hermanito, significaba que su madre no se encontraba haciendo un buen trabajo.
Demasiada responsabilidad recaía sobre los hombros de alguien que apenas comenzaba a ser un adulto o siquiera, se hacía idea de ello.Minato se sobresaltó cuando su hijo se levantó de su asiento con brusquedad.
—Iré a buscarlo ahora.—Dijo decidido.— Esa mujer no podrá negarse.
—Alteza.—La sirvienta de cabellos rosados se presentó ante él con una reverencia.— El padre Yuto desea verlo para continuar con los preparativos de su unión.
La chica se vio obligada a esconder la sonrisa que quería asomar en sus labios cuando vio a padre e hijo girar sus ojos con hastío. Naruto era idéntico a Minato y ella no podía encontrar algo en el rostro del duque, que le indicara que rasgos había heredado de su madre más allá de su carácter.
Minato era un omega tranquilo y amable. Y a pesar de que su estatura era promedio a la de cualquier otro omega, se veía mucho más frágil y delicado. Quizás por su forma tan grácil de moverse dentro del castillo o los delicados gestos que hacía con sus manos e incluso, al momento de sostener las manos de su hijo, se podía notar la suavidad con las que las presionaba a menos que se encuentre emocionado. Iruka podía afirmar como había experimentado el fuerte dolor cuando Minato se había emocionado por lo ocurrido con su hijo e Itachi y de hecho, había imaginado su mano quebrada en distintos pedazos.
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En las manos del Duque (NaruIta)
FanficA punto de cumplirse un año desde que la familia Uchiha llegó a su nuevo hogar, Itachi no lograba encajar entre todos aquellos habitantes. No lograba comunicarse con nadie al no saber su idioma y la insistencia de su madre por contraer matrimonio, l...