El tiempo pasó con rapidez, ocupando casi por completo el tiempo del duque.
Los documentos firmados permanecían sobre el escritorio y ya todo se encontraba preparado para el final de Danzo. Naruto quería deshacerse con rapidez del mayor de los males, aún cuando sabía las consecuencias que vendrían en poco tiempo.
Apenas lograba pasar su tiempo con su esposo. Se había encargado de pedirle a sus sirvientes que lo mantengan informado de todo.
Y es que el hecho de tener que estar acomodando el futuro de aquellas tierras que quedarían sin dueño, los documentos con el pedido de los préstamos para las instalaciones públicas y los encuentros con los hombres del rey para el momento de la ejecución, solo conseguían que salga de su cama ante el primer rayo del sol y vuelva a ella cuando su esposo esté en un profundo sueño.
El duque no se encontraba del todo bien. Suficiente tiempo había permanecido alejado de su omega como para tener que volver a pasar por ello e independientemente de que pueda abrazarlo por las noches, extrañaba pasar un poco de tiempo libre con él.
Naruto no recuerda haberse arrepentido de tomar el trono desde que cumplió sus dieciocho años. No obstante, dicen que siempre hay una primera vez para todo.
Porque el alfa se arrepentía al verse invadido de un momento a otro por su propio cargo. No podía disfrutar del tiempo con su pareja y le molestaba el hecho de tener que pedirle a los demás que lo mantuvieran informado con respecto a él, porque Naruto debía estar a su lado en todo momento.
No es como si no estuviera acostumbrado a dirigir su ducado, después de todo lo ha hecho durante años. Sin embargo, había quitado incluso el poco tiempo que tenía de descanso, viéndose encerrado entre las paredes de su oficina y las pocas veces que salía, solo era para continuar con su trabajo.
—El último préstamos ya ha sido enviado.—La voz de su padre lo trajo nuevamente al mundo real.— Y el consejo decidió que la junta será mañana. ¿Tienes todo listo?
El menor asintió en silencio, releyendo nuevamente el mismo párrafo donde se había atascado desde hace un buen rato.
—No creo que su Alteza lo haya escuchado.—Habló Kakashi.
Ambos omegas lo miraban con semblante agotado y es que el duque no era el único que debía lidiar con su trabajo. Su propio padre se ocupaba de ayudarlo en lo que necesite, solo para conseguir que su carga de trabajo sea menor y Kakashi organizaba las reuniones correspondientes, siendo él quien en más de una ocasión, tuvo que salir del castillo para hablar con el rey.
La situación estaba acabando con todos y no era para menos. Después de todo, con el final de Danzo tenían suficiente por un tiempo y es que el hecho de ejecutar a un noble por sus crímenes, no iba ser tan sencillo como creían.
—Serán los hombres del rey quien terminen con Danzo.—Comentó el duque.— Se lo ejecutará en la plaza central.
Claro que Naruto no estaba de acuerdo con ello, pero su Majestad había dado la orden y él no tenía el poder para dejarla estar. Porque el rey necesitaba demostrar tanto su poder, como el de la familia del duque que había sido elegida desde hace años.
Porque solo el supremo tenía la oportunidad de dar y quitar a su antojo, otorgando sus tierras a personas que consideraba las indicadas para dirigir allí donde él no podía.Porque el soberano tenía que mantener el respeto hacia su puesto y dejar en claro que sus órdenes eran sagradas.
—Supongo que es lo mejor si no queremos un maldito levantamiento.—Habló Minato.— Por otro lado, es un hecho que tendremos problemas con Sarutobi, pero supongo que no hará nada en tu contra.
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En las manos del Duque (NaruIta)
Fiksi PenggemarA punto de cumplirse un año desde que la familia Uchiha llegó a su nuevo hogar, Itachi no lograba encajar entre todos aquellos habitantes. No lograba comunicarse con nadie al no saber su idioma y la insistencia de su madre por contraer matrimonio, l...