19. El perfume de tu piel.

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Geraskier
Geralt de Rivia|Jaskier

   Cuando Geralt conoció a Jaskier, pensó que apestaba. No como si estuviera sucio, porque el chico olía a jabón y flores, sino como algo más profundo. Su sexto sentido le alertaba que iba a ser un problema. Era un completo extraño.

Por eso prefirió apartarse, pero incluso aunque lo golpeó para darle un mensaje, Jaskier le siguió. No importaba cuanto le intimidara o intentara perderlo, Jaskier regresaba y no se iba. Se había pegado a él como una mancha de sangre.

Y como no podía quitarse por su cuenta, le permitió permanecer a su lado. Quizás el destino se desharia de él por su cuenta, asustandolo en una de sus batallas o saboreando el borde de la muerte.

Jaskier no se fue aún así.

Y, sin darse cuenta, Geralt se acostumbró a su olor. A su presencia en general, problemática y escandalosa.

Cuando Jaskier aseguró que permanecía a su lado porque era su amigo, Geralt notó que comenzaba a oler diferentes. Algo había cambiado, pero no sabía qué, sólo apestaba menos.

Luego, cuando ocurrió todo el asunto en la montaña, su olor se volvió tan agrio que Geralt no se lo pudo sacar de la nariz luego de que se hubiera ido.

Y se sintió mal, patético, como un verdadero monstruo.

Con el tiempo, el recuerdo del olor de Jaskier se fue perdiendo, lo que le causó una cierta inquietud que no lograba entender.

Sin embargo, unos meses después, cuando Ciri le dice que deben encontrar a Jaskier, Geralt lo hace con facilidad. Sólo debe guiarse de su olfato, encontrando al bardo cantando en un bar. No es de extrañarse, pero la canción de esa noche no suena tan amable como el resto que ha escuchado sobre él.

Entonces, Geralt se disculpa. Y Jaskier vuelve a su lado, oliendo a flores y a panes dulces y al cuero de sus botas y a madera... Es agradable, es constante, le hace sentir que estar unidos es lo correcto.

Pero, cuando Jaskier le confiesa sus sentimientos, ese pensamiento es absorbido por el miedo. Porque Jaskier merece algo mejor que él. Merece seguridad, cosa que nunca obtendrá a su lado. Merece gestos reales de cariño, no lo poco que Geralt podría ofrecerle. Merece una vida agradable y tranquila, lo que la suya no es.

Y casi estuvo a punto de rechazarlo, pero Jaskier es más rápido, besándolo para evitar que hable. Y es hábil, lo que Geralt siempre ha sabido. Así que tiene a Jaskier sobre él en la cama tentandolo todo el camino hasta que se le olvida lo que iba a decir.

Me gusta como hueles. —por la mañana, abrazado a la espalda de Jaskier, Geralt dice frotando la punta de su nariz en el hombro del bardo. Ya no tiene sentido negarse a lo inevitable, lo que es Jaskier en su vida. Lo ama, lo necesita, lo valora en secreto.

—¿A qué huelo? —Jaskier, sosteniendo las manos de Geralt contra su pecho, sonríe.

—Hueles como... —De Rivia lo piensa, olfateando más cerca del cuello a Jaskier —Seguridad. —dice primero. —Hogar. —agrega después. —Amor. —finaliza, para sorpresa del bardo en sus brazos.

Jaskier, conmovido por las palabras, las primeras que no vienen adornadas con un insulto, una amenaza o un gruñido, se gira en la cama hasta quedar cara a cara con el brujo de melena blanca.

—Es lo más lindo que me has dicho. —confiesa con una mirada brillante. —Es extraño, pero lo aprecio. —dice para acercarse a Geralt, quien no se aparta cuando le besa de una manera cariñosa. —Gracias, Geralt. —luego se separa.

Geralt se hunde en la mirada llena de felicidad de Jaskier, permitiéndose disfrutar del perfume de su piel, acercándose por otro dulce beso de sus labios.

Flufftober ² [Multishipp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora