21. Casa del árbol.

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Desus
Daryl Dixon|Paul "Jesús" Rovia

   Paul y Daryl, quienes habían salido a inspeccionar una zona, ahora estaban atrapados en una casa del árbol. Había sido una suerte encontrarla, sin embargo, salvandolos de la horda de caminantes con la que se habían encontrado a mitad de la noche.

—Eso estuvo cerca. —Paul, buscando algo en su bolso, está arrodillado sobre la madera del piso. Daryl apenas puede verlo entre la oscuridad, pero luego es bastante sencillo cuando el hombre de cabello largo saca una lámpara que enciende con un cerillo. —Supongo que pasaremos la noche aquí. —se levanta del piso, acercándose a dónde Daryl se había sentado, recostado de una de las paredes.

Jesús ve por la ventana antes de sentarse a un lado del hombre con el chaleco de cuero, sonriéndole cuando lo hace. Daryl sólo le ve de reojo, sin decirle nada. Paul sabe que no es del completo agrado de Dixon, pensando en la forma en que se conocieron. Pero, por su parte, Paul lo admira bastante. Es la persona más ruda que ha conocido, además de ser su tipo.

Aunque claro, Paul sabe que si llegara a intentar algún acercamiento, como antes de que el mundo se volviera lo que era actualmente, Daryl le rompería la cara.

—¿Quieres comer algo? —metiendo la mano en el bolso, Paul saca unos sándwiches magullados que sobrevivieron a la carrera. Daryl acepta uno, agradeciendo de forma mecánica.

—¿No tendrás allí una cerveza? —luego, le da una mirada a Paul, quien se ríe suavemente antes de negar. Aceptando una botella con agua, Daryl gruñe con disgusto.

En realidad, Paul sólo había empacado cosas básicas, lo necesario para pasar una tarde en el bosque. Se suponía que regresarían para el anochecer.

—Esta comenzado a hacer frío. —Paul, en medio del silencio que se hizo luego de haber comido algo, dice al azar. Es la primera vez que está completamente solo con Daryl, así que no está seguro de cómo iniciar una conversación con él. —¿No tienes frío? —pregunta al hombre que ha permanecido a su lado, mientras busca dentro de su bolso. Pero, no ha llevado una manta. —Revisaré en el lugar.

—Suerte. —es lo único que Daryl le dice, manteniéndose sentado sin mover un músculo.

Paul no encuentra nada que pueda ser útil, perdiendo la esperanza de dormir sin congelarse esa noche. No es un gran problema, lleva suficiente tela encima para calentarlo un poco, pero estaban cerca del invierno, las brisas se hacían cada vez más heladas.

—¿Encontraste algo? —Daryl pregunta cuando regresa a su lado, recibiendo una negativa.

—Será una noche larga. —Y aunque Paul es quien lo dice, es el primero en quedarse dormido. Daryl le ve con la poca luz que da la lámpara, cabeceando para no caer al piso. Dixon piensa que es estúpido, sólo debió acostarse si se iba a quedar dormido.

Pero quizás él era más estúpido, porque en lugar de empujarlo para que terminé sobre la madera, se acerca para guiarlo y que se recueste de él. Si le preguntan, sólo es por el frío del invierno que se acerca. Tener a Paul apoyado a su lado, durmiendo tranquilamente, le brinda el calor que su chaleco no.

Inconscientemente, Daryl quiere pensar, Paul se mueve hasta atrapar uno de sus brazos. Se abraza a él, apoyando la mejilla en su hombro. Y Daryl podría apartarlo, porque esa posición estaba siendo más de lo que había aceptado, pero las manos de Paul son suaves aún para alguien en ese mundo, su calor corporal es agradable y su maldito cabello huele bien. Es ridículo, hace a Daryl suspirar.

Quizás había perdido la cabeza. O, simplemente, se había enamorado.

Dixon no estaba seguro, nunca se había sentido así por nadie, pero una breve conversación con Michonne le hizo pensar en eso.

Aunque Paul no fue de su agrado al comienzo, ni lo era por completo actualmente, más allá de las cosas que le irritaban del chico, había algo que no podía evitar admirar. Era rudo, fuerte, capaz, inteligente e ingenioso. Tenía una enorme facilidad para conectar con las personas, lo que siempre era útil en esos tiempos.

Y... Era estúpidamente hermoso.

Daryl nunca imaginó que pensaría en un hombre de esa manera, pero es que no había otra palabra que describiera la apariciena de Paul. Era pequeño, lo que provocaba cierto sentimiento en Daryl. Tenía una mirada vivaz, profunda de un color bonito. Y su sonrisa...

Suspirando con pesar, Daryl piensa que debe dormir. Pero, antes, le da una última mirada a Paul. Y es ligeramente tentado, tomando la barbilla del hombre dormido a su lado, para poder acercarse y besarlo suavemente. Ha querido hacer eso desde hace semanas, volviéndolo loco al no encontrar la manera de hacerlo. Pensaba que si besaba a Paul, podría descubrir que era lo que realmente estaba sintiendo por él.

—Maldición. —Dixon dice en un susurro.

Le gustaba Paul.

...

Al día siguiente, Jesús es el primero en despertar.

Cuando recuerda dónde está, dándose cuenta de que está recostado de Daryl, sólo puede cubrir su rostro con ambas manos. Siente calor en sus mejillas, mientras su corazón se acelera con fuerza. ¡Había estado despierto cuando Daryl le besó!

Fingió estar dormido para aprovecharse y abrazar a Daryl, pero no esperó que este le besara.

¿Qué haría ahora?

Flufftober ² [Multishipp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora