27. Te regalaré unas flores.

182 3 0
                                    

Nagron
Agron|Nasir

   Agron, que casualmente escuchó cuando Naevia le explicó a Crixo por qué no podía aceptar el collar que había comprado para ella, comenzó a pensar qué podría regalarle a Nasir para que, primero que todo, lo aceptara. Y segundo, no levantara sospechas.

—¿Qué tanto piensas antes del combate? —su hermano, Duro, le pregunta durante el almuerzo. Esa tarde tendría una pelea en la arena, acompañado de otros gladiadores como Espartaco.

—¿Qué le podrías regalar a alguien que te gusta? —a Agron se le escapa sin pensar, ganándose algunas bromas de parte de su hermano, hasta que le golpea para que se detenga.

Nasir, como se llamaba el chico nuevo que tomaría el puesto de Pietros, había atrapado la atención de Agron cuando le vió defenderse de uno de los gladiadores. El hombre se había acercado a molestarle, pensando que sería sencillo porque el chico era pequeño, pero Nasir demostró que eso no lo volvía débil. Desde entonces, su mirada siempre iba a él.

Si el bastardo que les tenía allí hubiera visto a Nasir, posiblemente lo lanzaría a la arena. Era una suerte que no, porque Agron no podía pensar en ver morir al chico.

Quiso acercarse al chico, pero este no permitia que nadie lo hiciera luego de lo ocurrido con el grandulon sin cerebro. Por eso, pensó que un obsequio sería una buena muestra de paz. Y también, una señal de sus intenciones.

Por eso, cuando gana el último duelo en la arena, Agron toma sus ganancias para comprar algo en el mercado cuando les llevan. Y pasa entre cada puesto, pero ninguno parece ser el correcto. O al menos, hasta que llega a uno bastante llamativo.

[...]

Por la noche, luego de que los gladiadores han terminado su entrenamiento del día, Nasir se dispone a recoger las armas. Le agrada la soledad de la arena luego de un día de estar corriendo de un lado a otro entre diversas tareas. La noche es cálida, pero se siente bien, es silenciosa.

—Disculpa. —pero entonces, alguien aparece. Nasir es rápido en empuñar una de las espadas de madera que había estado recogiendo, dejando caer las demás. —Tranquilo.

Nasir no se tranquiliza nada, había aprendido (desde pequeño) que bajar la guardia le condenaria. Y allí, rodeado de hombres como los gladiadores, menos podía permitirse algo así. Ya había tenido varios malos encuentros de los que escapó por suerte.

—No te acerques. —Nasir sigue apuntando al hombre que apareció a mitad de la noche, reconociendo que es uno de los gladiadores de allí. Agron, cree que se llama. —¿Qué quieres?

—Sólo vine a entregarte esto. —sacando la mano que mantenía oculta detrás de su espalda, revela un ramo de flores bastante bonito.

Nasir se queda brevemente sorprendido, bajando la espada. Pero entonces, Agron da un paso hacia él, así que la vuelve a subir. —¿Por qué quieres darme eso? —pregunta con recelo. 

—Una ofrenda de paz. —Agron mantiene las flores en alto.

—¿Qué?

—¿Puedo acercarme más? —Agron pregunta. —La verdad, sería sencillo derribarte, estás sosteniendo mal la espada. —agrega. —Pero no quiero dañar estas flores.

—Está bien. —Nasir acepta con precaución.

—Entonces... ¿Las aceptas?

Con una mirada insegura, Nasir toma las flores. Es un sentimiento irreal cuando las tiene en su mano, observandolas de cerca con la poca luz de las antorchas. Son hermosas, huelen deliciosas y se ven tan delicadas. Es la primera vez que alguien le regala flores. ¿Qué significado tenía? Agron había dicho "ofrenda de paz".

—¿Te gustan? —el gladiador pregunta. 

—¿Cuáles son tus intenciones? —alzando la vista de las flores al hombre frente a él, Nasir pregunta.

—¿No han sido lo suficientemente claras?

Con una sonrisa de lado, por supuesto que Nasir comprende lo que está pasando. Sin embargo, le sorprende un poco aunque no lo demuestre. No puede creer que este gladiador tan tosco en la arena, le este regalando unos flores. Es la primera vez que alguien se muestra tan... amable.

Sin embargo, debe pensar sobre ello.

Es un esclavo, al igual que Agron aunque su título lleve otro nombre. No es como que puedan estar juntos sin ser, quizás, castigados. Pero Naevia y aquel gladiador aterrador tenían algo parecido, así que quizás no sería algo imposible.

Dándole una rápida mirada a Agron, Nasir acepta que luce atractivo, aunque un corte de cabello no le sentaría mal.

—Lo han sido. —Nasir acepta. —Y las flores han sido un buen inicio. —agrega con una sonrisa. —Pero si realmente quieres mi atención, tendrás que esforzarte. —luego, alzando la espada aún en su mano, coloca la punta bajo la barbilla de Agron. —Podrias, para la próxima, enseñarme a usar la espada. —luego dice, antes de pasar a un lado de Agron sin decir nada más.

Con una sonrisa deslumbrante, Agron siente que ha ganado algo más que una batalla en la arena. Él no es especialmente romántico, pero es alguien que cree en el amor y lo aprecia cuando lo siente. Por eso, se esforzará en demostrar a Nasir lo que siente.

Flufftober ² [Multishipp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora