Flufftober ² [Multishipp]

4. Un viaje fugaz.

Benlos
Benjamín | Carlos de Vil

   Carlos de Vil, con el corazón palpitando ansioso, se escabulle entre los pasillos de los dormitorios, caminando de puntillas para no hacer el más mínimo ruido. Cuando sale del edificio, trota entre la oscuridad hasta la cancha de tourney, donde no debe ir demasiado lejos cuando ve a Ben esperando sentado en las gradas. En cuanto lo ve, se levanta para ir hasta él.

—¿Por qué me pediste que viniera? —es lo primero que Carlos susurra cuando Ben está lo suficientemente cerca, quien lo toma de los brazos mientras le besa la frente.

—Gracias por venir. —dice el príncipe, separándose para ver a Carlos con una sonrisa llena de nerviosismo. —No pensé que lo harías.

—Bueno, no tenía demasiadas opciones cuando me escribes en medio de la noche diciendo que es una emergencia. —de Vil muestra los mensajes que Ben le envió, los cuales le asustaron cuando los leyó. Sin embargo, no pudo ir de inmediato, sino que debió esperar a que Jay se durmiera para poder salir de la habitación. Ben había sido bastante específico e insistente sobre "no ser visto por nadie".

—Si, lo siento. —Ben se muestra un poco arrepentido, sonriendo de medio lado mientras peina su cabello.

—¿Qué ocurre? —Carlos se cruza de brazos usando ese tono que sólo usaba para cosas serias. No debía ser "nada" si Ben lo había citado a esa hora y de manera improvisada.

—Mis padres quieren enviarme a otra reunión diplomática estás vacaciones. —era, en realidad, toda una gira por los diferentes reinos. —Es algo sobre ser el nuevo rey, ya conoces a papá.

—Pero... —el mitad peliblanco deja caer sus brazos en una muestra de decepción. —Son nuestras últimas vacaciones antes de que te vuelvas oficialmente el rey y yo vaya a la universidad. —dice con una mueca de tristeza. —Se supone que las pasaríamos juntos. —luego de la graduación, verse seguido sería difícil.

—Lo sé, por eso intenté convencerlos, pero no funcionó. —confiesa, haciendo que la mirada de Carlos se vea más decaída.

—¿Y eso es todo? —Carlos suspira con molestia, más no piensa decir nada que lo demuestre. No era culpa de Ben, pero eso no lo hacía menos irritante. ¡Era tan injusto! Había esperado esas vacaciones con tantas ansias.

—No. —Ben se acerca un paso, tomando la barbilla de Carlos para alzar su rostro y que le vea. —Tengo una idea.

—¿Una idea? —Carlos le mira con confusión, frunciendo el ceño ante su asentimiento.

—Vamonos. —Ben dice con una sonrisa que él piensa que explica todo lo que quiere decir.

—¿Qué? ¿A dónde?

—No lo sé —Ben se encoge de hombros. —¿A dónde quieres ir?

—No entiendo qué está pasando. —de Vil confiesa.

—No pienso perder toda mi vida en reuniones exasperantemente largas.

—Pero-

—Por está vez, te escojo a ti primero, Carlos. Ven conmigo, vayamos a todos los lugares que queramos, tengamos una aventura. —Ben propone tomando a Carlos por sus hombros, viéndole con esa mirada llena de emoción y esperanza. —¿Qué dices?

—Creo que has perdido la cabeza. —Carlos responde con una sonrisa. —Pero acepto. —era la única vez que podrían hacer una locura así, luego de eso sería difícil improvisar un viaje fugaz a mitad de la noche. Sus últimas vacaciones, las pasarían al máximo. Además, debían aprovechar el hecho de que Ben estaba rompiendo las reglas por él, eso era algo que nunca esperó que hiciera. Por supuesto que aceptaría tal travesura.

—¿En serio? —Ben no puede creer que Carlos realmente aceptó.

—¿Ya te estás retractando, su alteza?

Con una sonrisa infantil, ambos chicos ríen. —No. No lo hago. —y tomando la mano de Carlos, Ben le jala al viaje de sus vidas.

Cuando los padres de Ben le buscan al día siguiente, sólo consiguen una carta. Ni ellos ni el resto de los niños de la isla logran contactar con él o Carlos, lo que enfurece al Rey, hasta que Bella sale en defensa de su hijo mientras que sus amigos no pueden creer que escapó con Carlos, sintiéndose emocionados por ellos. Después de todo, se merecían ese viaje fugaz e improvisado.