Demon's Revenge (Hyunlix)

finally?

Durante la mañana siguiente, todos los sirvientes se encontraban en la cocina a excepción de Hyunjin, preparando todo para el desayuno de esa mañana. Seungmin estaba a punto de ir a buscarle, hasta que el rubio entró brillante y sonriente a la cocina.

— Buenos días, ¿Durmieron bien?

Su tono de voz fue amable e incluso cálido, lo que provocó que todos comenzaran a mirarse extraño entre sí, ya que no era un comportamiento típico de él.

— ¿Te golpeaste la cabeza? — Momo levantó una ceja al preguntarlo y la carcajada de Hyunjin le desconcertó por completo, aunque no fue la única en hacerlo.

— Solamente es un buen día. Empiecen a poner la mesa, el amo Felix no tardará en bajar

Hyunjin les sonrió una vez más y tomó una charola con cubiertos, para salir de la cocina. Todos volvieron a mirarse con una expresión de confusión, pero Minho no pudo evitar echarse a reír, hasta que su rostro se tornó rojo y unas pequeñas lágrimas emanaron de sus ojos. Christopher pareció comprender la razón de esa risa y no pudo contener la suya, cobrando el mismo color rojizo.

— ¿Saben por qué Hyunjin está...

La risa de Minho y Christopher se elevó aún más, mientras Seungmin estaba considerando lanzarles una pala de madera. El lobo mayor se dió cuenta y trató de tranquilizar su risa, para tratar de explicarle.

— Hay días, en los que yo también despierto de buen humor, gracias a ti

Christopher le sonrió a Seungmin y tomó la vajilla para seguir a Hyunjin. El lobo menor solo se quedó perdido viendo hacia la puerta, mientras su rostro se volvía completamente rojizo.

— Vaya, no puedo creer que por fin lo logró — Jihyo sonrió por el  comentario de su hermana.

El desayuno terminó de servirse, en el momento en que los duques, Jeongin e invitados bajaban por las escaleras. La última en bajar fue Lilith, bajo la atenta mirada de ambos duques; Felix fue el primero en acercarse y ofrecerle una reverencia, seguido de los demás.

— Buen día, su majestad

— Buen día, para todos. Por favor, no sean tan formales, pueden hablarme con naturalidad y sin necesidad de usar mi título

— ¿Cómo prefiere que la llamemos?

Lilith se detuvo a pensarlo un poco y suspiró.

— Díganme Libia, sería un gran problema si algún oído indeseable, escuchara sobre la reina infernal

— Aunque no escucharan tu nombre, me temo que ninguna dama en el reino tiene un cabello rojizo como el tuyo, madre

Lilith sonrió por el comentario de su hijo mayor y en menos de un segundo, su cabello se había vuelto tan negro como la noche.

— ¿Te parece mejor así?

— Siempre te ves preciosa, madre

Lilith miró de reojo a Hyunjin y sonrió por lo dicho, mientras sus hijos hicieron lo mismo.
Todos se posicionaron en el comedor, comenzando el desayuno en silencio, aunque después inició una plática amena, que se mantuvo hasta el final del desayuno.

Los Seo y Wooyoung, habían decidido que era tiempo de volver a su residencia, habían pasado algunos días y Changbin tenía que supervisar algunas cosas. Por ello, estaban apresurandose.
Felix por su lado, estaba en su oficina viendo hacia la ventana; recordó lo que había pasado la noche anterior y su rostro se tornó rojizo. Jisung abrió la puerta con sutileza y notó que el rubio se encontraba de espaldas, inmerso en su propia mente; el castaño sonrió y entró casi de puntitas en el salón, hasta llegar a él.