a little test of the truth

45 4 0
                                    

El festín para desayuno en la mansión Divus se encontraba listo y la mesa también había terminado de prepararse gracias a las hermanas kumiho, como todos los días; pero esta vez habían agregado un lugar más a la mesa debido al invitado. Aunque realmente durante esos días, era más extraño que no hubiera un invitado nuevo en la mansión.

Christopher supervisó todo por última vez, antes de subir las escaleras y avisar a sus amos sobre el desayuno. Pero cuando estaba a punto de retirarse del comedor, la entrada de ambos duques lo tomó por sorpresa.
Christopher les ofreció una reverencia y les dio los buenos días, ambos duques le respondieron con un asentimiento, pasando la vista por el comedor y preguntando por Jeongin momentos después. El sirviente los miró con sorpresa y negó haberlo visto después de que lo ayudara a cambiarse esa mañana, por lo que asumió que aún se encontraba esperando en su habitación. Momo entró en ese instante al comedor para dejar un jarrón de jugo sobre la mesa, saludando a ambos duques e informándoles que su hermana había visto al joven Lee en el jardín que colindaba con el bosque, en compañía del Gran Señor de Mors. Los tres hombres se miraron confundidos y caminaron en dirección al jardín que la sirvienta les había indicado, viendo una imagen que no creían apreciar alguna otra vez.
Jeongin corría con una gran sonrisa en el rostro, algunos mechones de su cabello plateado se habían pegado a su frente debido al sudor y sus mejillas estaban rojizas, mientras en sus manos llevaba una pelota de cuero café. Por otro lado, el hombre que jugaba con él corría tratando de alcanzarlo sin tener algún avance, también se le veía contento y al igual que Jeongin, se encontraba un poco sudado y sonrojado por llevar tanto tiempo en el sol matutino.

Félix tensó la mandíbula, apretó los puños y tragó saliva con dificultad.

Lo olvidé — dijo casi en un susurro que Jisung alcanzó a escuchar, al igual que Christopher.

— ¿Qué olvidaste? — preguntó Jisung mirando a Félix, para después devolver la mirada a Jeongin.

Christopher observó un momento la expresión seria de Félix y temió por las palabras que estaba a punto de decir.

— Él todavía es un niño y yo estúpidamente lo olvidé — Félix se giró dándole la espalda a los dos caballeros que se encontraban con él —. Christopher, dile a Jihyo que llame a Jeongin en 15 minutos, déjalo disfrutar su pequeño juego con el Gran Señor de Mors

— Si, amo — Christopher le ofreció una reverencia, mientras Félix comenzó a alejarse.

— Es un imbécil — Christopher miró a Jisung desconcertado y este solo le sonrió —. Y tú también lo serás si llegas a culparte. Han hecho lo que han creído mejor para ese niño, lo salvaron del infierno que la sabandija de Jo Hanchul le hizo creer que merecía para toda su vida y aunque acepto que ninguno de nosotros somos los más aptos para ofrecerle una familia, no puedo imaginar a Jeongin lejos de nosotros

Christopher le sonrió con los ojos brillos y Jisung le sonrió de vuelta, dándole una palmada en la espalda para retirarse.
Jisung no tardó mucho tiempo en llegar hasta la oficina de Félix y entrar sin llamar a la puerta, como ya era su costumbre, ganándose una mala mirada por parte del rubio. Jisung solo sonrió y cerró la puerta con seguro detrás de él.

— No sé si me irritabas más como Zeke o ahora como Jisung

El castaño solo sonrió, sentándose en un borde del escritorio de Félix.

— Ambos, querido. Después de todo somos la misma persona — sonrió una vez más y miró con atención el sobre que Félix tenía en las manos —. ¿Ibas a leerla sin mí?

Esta vez Félix sonrió y negó con la cabeza mientras tomaba un abrecartas.

— Conté con que me siguieras a mi oficina para leerla juntos

Demon's Revenge (Hyunlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora