Demon's Revenge (Hyunlix)

a romantic date and visit to the city

Tal como Félix lo había prometido, Hyunjin y él tendrían una cita que el mayordomo había preparado personalmente por órdenes de Félix y por decisión propia.
Félix se encontraba frente a su tocador, observando su atuendo y preguntándose si realmente la camisa azul cielo que llevaba puesta le quedaba bien, ya que sentía extraño lucir tan extremadamente sencillo a comparación de otros días. Pero antes de seguir con sus dudas escuchó unos toques en la puerta, lo que provocó que se levantara de inmediato y caminó hasta la entrada de su habitación para ver que la persona que había tocado se trataba de su cita, que tampoco llevaba su usual vestimenta formal de sirviente. Los dos hombres se saludaron y Félix se encontraba tímido, más aún porque Hyunjin no parecía estarlo. El demonio le extendió un ramo de lisianthus blancas y le sonrió enormemente haciendo que el rubio las tomara con una sonrisa igual de entusiasta.

— No sabía que los demonios fueran tan románticos

El más alto se encogió de hombros ante el comentario y sonrió inclinándose un poco hacia Félix.

— Soy una excepción a la regla

El demonio sonrió aún más engreído y tomó una de las manos de Félix para salir de la residencia Divus. Ambos caminaron en dirección hacia el bosque y el rubio no pudo ocultar su curiosidad.

— ¿A dónde iremos?

Hyunjin solo sonrió, sin dejar de caminar con la mano de Félix aferrada a la suya.

— Ya que no podemos tener una cita en un restaurante o en algún lugar lujoso al que los nobles acostumbran a visitar, decidí arreglármelas con las habilidades que tuve que aprender para servirte

Félix alzó una ceja, pero sonrió feliz al sentir una calidez en su pecho que nunca había sentido, o, mejor dicho, hacía mucho tiempo atrás que no sentía.

(...)

Minho, Jisung y Jeongin se encontraban en un coche rumbo al ducado de Caelum, habían salido muy temprano de la mansión Divus, tanto que de hecho ni siquiera habían podido desayunar algo. Por ese motivo Christopher les empacó algunos aperitivos para que no tuvieran el estómago vacío, pero que aun así pudieran degustar de la comida tradicional del ducado de Caelum.
Jisung se encontraba contento de poder visitar a su gente después de los incidentes que había provocado el ex marqués Sung Hoon Park y de corroborar que realmente su gente se encontrara bien.
Jeongin también estaba bastante entusiasmado por la visita y miraba atento por las ventanas del coche para no perderse ni un solo detalle del paisaje. Aunque en realidad no era su primera vez visitando el ducado de Caelum, pues en algún momento el clan de asesinos con los que vivía antes había realizado una pequeña parada ahí, pero ahora todo era diferente, pues no estaba de visita como forastero, si no como un miembro de una familia noble.

Caelum era verdaderamente hermoso pues a diferencia de Divus, estaba aún más repleto de flores, arbustos y bastante naturaleza verde, que fungía como adorno de los distintos edificios y establecimientos. Además, cerca del centro de la ciudad había un gran y hermoso puente de piedra, que cruzaba el cauce de un río de agua cristalina. El coche de los nobles cruzó ese mismo puente y eso bastó para que Jeongin terminara aún más enamorado de la ciudad natal de Jisung.

— Es hermoso, ¿No es así? — Jisung se acercó un poco a Jeongin con una sonrisa y el más joven se volteó a mirarlo, con una sonrisa aún más enorme y con los ojos totalmente iluminados asintiendo con entusiasmo — Hay un mercado muy grande cerca de aquí, ahí podrás conocer a la gente del ducado y también podrán conocerte a ti. Después de todo, cuando la boda se lleve a cabo, serás el heredero directo tanto de Divus como de Caelum

Jeongin dejó de ver la ventana, para observar a Jisung con una ceja levantada.

— ¿Heredero directo? — Jisung asintió con una sonrisa, pero Jeongin solo bajó la mirada hacia sus manos, mientras algunos fragmentos de su pasado venían a su mente. El adolescente solo sacudió la cabeza y suspiró abatido — No creo que yo sea digno de ser su heredero