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Christopher, Seungmin, Jihyo y Momo, se encontraban vestidos con toda la elegancia, que debían tener al ser sirvientes de dos duques tan importantes. Los cuatro sirvientes habían sido escogidos, para acompañar a los tres caballeros, mientras Hyunjin y Minho, se quedarían en la mansión, para protegerla; ya que no podían poner un solo pie dentro del palacio.

Habían dos coches, dirigiéndose al palacio. El primero era conducido por Christopher, acompañado de Jihyo en el asiento del copiloto; en el asiento trasero se encontraban Jisung y Felix, sumidos en total silencio. El segundo coche era conducido por Seungmin, con Momo a su lado, mientras Jeongin se encontraba en la parte trasera y la verdad es que, el viaje de aquellos tres era mucho más animado, con las preguntas que Jeongin les hacía a ambos, su risa y la repentina petición de consejos hacia ellos dos, para no sentirse tan nervioso.

Ambos coches llegaron al destino y Jeongin abrió levemente la cortina del coche, asombrandose por lo enorme de los jardines del palacio real. El pasto era increíblemente verde e incluso dudaba si era de verdad, habían diferentes arbustos, adornados con flores de diferentes colores que vibraban aún sin la necesidad de los faroles que iluminaban el camino. Cuando comenzaron a acercarse aún más al palacio, Jeongin tuvo que tapar sus labios para guardar la compostura. La mansión Lee realmente era enorme y estaba casi seguro, que incluso podían albergar a un pueblo entero, pero el palacio real era completamente diferente, duplicaba al menos 10 veces el tamaño de la mansión Lee y las luces de los faroles, le hacían brillar casi como si estuviera en un cuento de hadas.
Seungmin y Christopher estacionaron los coches correspondientes justo frente a la entrada principal del palacio real. Ambos fueron los que bajaron primero, aunque el lobo mayor alisó su cabello y arregló el botón del chaqué negro que llevaba puesto, parándose justo a lado de una de las puertas del coche, abriéndola, inclinando la cabeza levemente y dándole paso a Felix, ofreciendo su mano para que éste pudiera bajar con delicadeza. Felix tenía el mentón en alto y esperó pacientemente a que Jisung bajara de la misma forma. Los guardias de la entrada de inmediato posaron sus miradas en ellos, ya que el hombre del traje vino, tenía el rostro completamente cubierto por una máscara.
Cuando ambos hombres ya estaban fuera, Seungmin abrió la puerta del coche donde se encontraba Jeongin, haciendo el mismo protocolo que Christopher había usado con Felix.

«Yo me encargo». La voz de Christopher sonó en la cabeza de Seungmin, haciendo que este último diera un asentimiento con la cabeza, regresando de inmediato al coche del que había bajado. Jihyo hizo avanzar el primer coche y entonces fue el turno de Seungmin, para poder hacer lo mismo.
Jisung le ofreció el brazo a Felix y el rubio lo tomó gustoso, mientras Jeongin se posaba justo a su lado. Christopher tomó la delantera como era su trabajo y cuando intentaron ingresar al palacio, uno de los guardias les cerró el paso con la espada.

— Me temo que no puedo dejarles pasar, a menos, que el caballero del traje vino descubra su rostro y se identifique

— Debo informarle, que está prohibiendole la entrada a su excelencia, el duque Felix Lee de Divus

Christopher le miró feroz y el guardia tuvo que pasar saliva, para fingir que no le había intimidado.

— Y he de disculparme con su excelencia, pero es el protocolo

— Entonces, he de pedirle que reconsidere su acto y mire con detalle, el prendedor que tiene mi amo en el traje

El guardia arrugó la frente y miró con detalle los prendedores de cada uno, hasta que se dió cuenta de la notable diferencia y de a qué familia pertenecía aquél escudo. Una expresión de total asombro se dibujó en su rostro y bajó la espada dándoles paso.
Todos caminaron por los pasillos, que tenían guardias en cada cierta distancia, para evitar que los invitados se perdieran, en su camino al salón de baile. Las miradas estaban clavadas en Jisung, pues estaban totalmente confundidos por su presencia y por la extraña acción de cubrir su rostro con aquella máscara.
Llegaron hasta un pequeño recibidor, en dónde habían dos sirvientes, que se encargaban de abrir una cortina de color blanco, para darles paso en el momento que el vocero anunciara sus nombres.

Demon's Revenge (Hyunlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora