Demon's Revenge (Hyunlix)

the calm before the storm

Los relojes marcaban las 22:00 horas en el reino de Lūcem, la noche oscura y llena de estrellas, no podía sentirse tan amena como usualmente lo era. La bruma de melancolía y tristeza era palpable, después de todo habían perdido padres de familia, madres, amigos, abuelos y hermanos; por una razón que aún no era justificable para ninguno de los habitantes de ambos ducados afectados. Algunos habitantes estaban enfadados por lo sucedido y otros pocos, seguían en estado de alerta por temor a volver a experimentar algo similar en la noche restante, aunque varios guardias hacían constantes rondines por las calles de las diferentes aldeas.

La mansión aún seguía con cierto ajetreo, debido a que seguían llegando más y más prisioneros, junto con algunos cadáveres del bando enemigo, Aunque cada vez eran menos. Por otra parte, el plan de Jeongin sobre abastecer de alimentos a ambos ducados había sido un éxito, así que después de un día tan agotador ya se encontraba de regreso en la mansión Divus. Dos guardias le acompañaron en ese viaje, después de que el conde Seo se retirara por petición de Jeongin al inquietarle que Soojin pudiera estar sola o asustada por todo lo que había pasado durante el día.
El primero en recibirlo fue Seungmin, que se encontraba con una leve sonrisa en el rostro, para después ofrecerle una reverencia que Jeongin recibió con un asentimiento. El joven bajó del caballo y trató de buscar algún indicio de que alguno de los duques ya se encontrase en casa.

— Es el primero en llegar, amo — contestó Seungmin, al darse cuenta.

— Ah... Ya veo — sonrió y giró en dirección a los guardias que le acompañaban, mostrándoles la misma sonrisa —. Muchas gracias por haberme escoltado, por favor permítanme invitarles a cenar con nosotros, es lo menos que puedo hacer para reconocer el arduo trabajo de hoy

Ambos guardias bajaron de sus respectivos caballos, para dirigirse a Jeongin y ofrecerle una reverencia.

— Le agradecemos sus atenciones con nosotros, su excelencia, pero me temo que tendremos que declinar su oferta — dijo con algo de pena uno de los hombres —. Nuestras familias esperan por nosotros y después de lo que ha pasado hoy, nos gustaría asegurarnos de que estén a salvo

Jeongin sonrió nuevamente y asintió.

— Entiendo, entonces por favor descansen un poco antes de irse. Seungmin, por favor empaca algo de comida y agua para ambos, lo suficiente para sus familias

— Si, amo

Seungmin asintió y se retiró para seguir las ordenes de Jeongin. Ambos guardias se habían quedado sorprendidos, hasta que uno por fin pudo decir palabra.

— Su excelencia, no es necesario. Hemos cumplido con nuestro deber, solamen-

— Tómenlo como un regalo para sus familias — interrumpió —, ellos seguro estuvieron preocupados por ustedes todo el día, esperando que llegaran pronto a casa. Por favor, acéptenlo

Los dos guardias miraron al sonriente joven, con un nudo en la garganta por la amabilidad de este y ofrecieron nuevamente una reverencia.

— ¡Muchas gracias, su excelencia!

Jeongin sonrió nuevamente, mirando a ambos guardias, hasta que escuchó las pisadas de unos caballos acercándose. Estiró un poco su cuello y cuando reconoció a los hombres que cabalgaban en ellos, se disculpó con los guardias por dejarles un momento y corrió hacia el lugar en el que estaban aquellos hombres.

— ¡Están en casa!

Los cuatro hombres sonrieron, mientras bajaban de los caballos, pero el que no pudo esconder una risa de alegría fue Jisung, siendo el primero en alborotar el cabello de Jeongin.

— Lo estamos, ¿Tan feliz estás de eso?

— Por supuesto — contestó sin dudarlo —. No quería cenar solo