Julia y Fermín, Fermín y Julia, mejores amigos desde la cuna, inseparables incluso cuando Fermín se fue a Barcelona para cumplir su sueño. Nunca han perdido el contacto, aunque cada uno estuviese en una punta de España. Julia siempre se ha guardado...
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- Fer, ayúdame a subirme la cremallera del vestido por fa - le pido a Femín saliendo del baño. Ya me he maquillado y planchado el pelo, solo me quedaba ponerme el vestido.
- Ven, anda - me dice para que me acerque a él, me acerco a él y cuando llego a su lado me doy la vuelta para que me suba la cremallera. Lleva sus manos a la cremallera y la sube poco a poco.
- Gracias - le digo girándome cuando ya me ha subido la cremallera.
- Que guapa - me dice sonriendo, la realidad es que casi nunca me arreglo demasiado, siempre suelo ir con unos vaqueros y un top y me pongo muy poco maquillaje solo un poco de rimel y cacao hasta para salir de fiesta no me suelo arreglar demasiado si que voy con un top más arreglado o algo así aunque no como hoy, hoy me ha apetecido arreglarme y me he puesto un vestido y me he maquillado más de lo normal - Hace mucho que no te veía así.
- Ya, yo creo que desde Navidad - le digo sonriendo - Me apetecía arreglarme hoy.
- Pues ala, vámonos.
- ¿Ya estás tú? - le pregunto mirándolo de arriba a abajo, va con unas pantalones cortos negros y una camisa color crema que le queda muy pero que muy bien.
- Casi, me echo perfume y listo - dice agachándose delante de su maleta y rebuscando ahí, tras apartar varias prendas de ropa por fin encuentra su perfume.
- ¿Puedes ser más desastre? - le digo riéndome mientras veo como se echa el perfume, que por cierto, madre mía como huele podría tener un orgasmo solo con el olor del perfume - Podrías haber metido el perfume en el neceser.
- Hice la maleta corriendo y la metí de cualquier forma - dice excusándose.
- Pues eso, eres un desastre - digo riendo.
Bajamos a la planta de abajo donde ya están algunos de los chicos, después de estar todos nos repartimos en dos coche y vamos a nuestra primera parada, Ushuaia. Gavi, Fermín, Cristo y yo vamos en un coche y el resto van en el otro.
- Fer... - digo dándole un apretón en el hombre desde el siento de atrás, en la radio está sonando muy flojito una canción de Manuel Carrasco, mi cantante favorito. El se da cuenta rápido y sube el volumen de la radio - Que no, que no, que no, que no me da la gana, que no me voy de aquí hasta por la mañana, que no, que no, que no que no me da la gana estar sin ti - canturreo no muy alto ya que me da vergüenza con Gavi y Cristo delante - Fer, canta tú también - le pido.
- Pero si no me sé la canción - dice pero es mentira.
- Vaya mentiroso, claro que te la sabes - le digo ya que siempre que estamos solos o con nuestra familia la cantamos - Que no os engañe, que no canta para hacerse el durito delante vuestra pero luego lo da todo cantando canciones de mi Manuel - le digo a Gavi y a Cristo haciéndoles reír.
- ¿Pero en qué momento se ha vuelto así de loca? - pregunta Gavi riéndose.
- En el momento en el que ha sonado Manuel Carrasco, su cantante favorito - le contesta Fermín - Está tan loca por él que va a llamar a su hijo así.
