Julia y Fermín, Fermín y Julia, mejores amigos desde la cuna, inseparables incluso cuando Fermín se fue a Barcelona para cumplir su sueño. Nunca han perdido el contacto, aunque cada uno estuviese en una punta de España. Julia siempre se ha guardado...
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- Juls, Juls - escucho la voz de Fermín mientras me acaricia el brazo.
- Mmm - es lo único que respondo sin abrir los ojos.
- Juls, vamos a aterrizar, venga despierta.
- ¿Ya? - pregunto abriendo los ojos y levantando mi cabeza del hombro de Fermín - Que rápido se me ha pasado.
- Teniendo en cuenta de que el vuelo dura 1 hora y media, y que llevas dormida desde que hemos despegado, normal que se te haya pasado rápido - dice Fermín soltando una risa.
- Ay dios, vamos a aterrizar ya - digo poniéndome nerviosa, los vuelos no me gustan nada, estar volando me da un poco más igual pero despegar y aterrizar me pone muy nerviosa.
- Tranquila, no pasa nada Juls - me dice agarrando mi mano entrelazando nuestros dedos. Vale, creo que esto más que tranquilizarme, me acaba de poner más nerviosa. Es mi mejor amigo y es obvio que tenemos contacto físico pero no nos damos la mano.
El avión aterriza, nos bajamos del avión y vamos a buscar nuestras maletas.
- Estamos en Ibiza - dice Fermín ilusionado mientras sonríe cuando estamos saliendo del aeropuerto ya con nuestras maletas. Sí, al final me convenció para venir a Ibiza con sus amigos - Venga, vamos a coger un taxi que estos ya están en la casa - me dice señalando la parte de los taxis, Fermín y yo hemos cogido un avión está mañana desde Sevilla que es el aeropuerto más cercano a Huelva, los demás lo han cogido desde Barcelona y ya han llegado hace unas horas.
Cogemos un taxi y Fermín le dice la dirección al taxista para que nos lleve, tras 10 minutos de trayecto paramos frente a una casa bastante grande, no me sorprende nada, entre que vamos a ser unos cuantos y que algunos ya tienen un buen sueldo de futbolista me lo esperaba.
- Fermín o me dejas pagar a mi o cojo un vuelo de vuelta a casa esta misma tarde - le amenazo cuando saca su cartera de sus pantalones, sé lo cabezota que es pero no me ha dejado pagar nada del alquiler de la casa así que no voy a dejar que page el trayecto en taxi también.
- Wow, me has llamado Fermín, si que vas enserio con esa amenaza - dice haciendo una mueca divertida.
Yo pago al taxista y ambos nos bajamos del taxi para coger las maletas y llamar al timbre de la casa.
- Menos mal, ya estamos todos - dice Cristo abriendo la puerta.
- ¿Cómo estás, tío? - le pregunta Fermín dándole un abrazo.
- Bien, bien - le contesta Cristo antes de separarse del abrazo de Fermín - Que de tiempo sin verte Julia - me dice ahora a mi dándome dos besos y un corto abrazo. La realidad es que no veo a ninguno de los chicos desde hace más de un año, no he ido a Barcelona en todo este último año, Fermín no estaba allí así que no tenía ninguna razón para ir.
Entramos en la casa dejando las maletas al lado de las escaleras para ir a saludar a todos.
- Acabamos de venir de comprar, no hemos comprado mucho, solo unas cosas para hoy para aprovechar el día. Estos ya estaban que se querían meter en la piscina - nos dice Cristo mientras andamos hacia la parte de fuera de la casa donde hay un jardín con una piscina y una mesa con varias sillas bajo el porche.
