Julia y Fermín, Fermín y Julia, mejores amigos desde la cuna, inseparables incluso cuando Fermín se fue a Barcelona para cumplir su sueño. Nunca han perdido el contacto, aunque cada uno estuviese en una punta de España. Julia siempre se ha guardado...
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Han pasado unos días de la discusión con Fermín, no lo he vuelto a ver, me he quedado estos días en casa de Gavi y se lo agradezco mucho, sola ha estado en su casa su hermana y Javi, que ya lo conocía del viaje a Ibiza. Con su hermana he congeniado muy bien y la verdad que me ha ayudado mucho a evadirme, aunque siendo sincera me he pasado estos días metida en la escuela veterinaria y en la biblioteca para no molestar mucho.
Hoy es miércoles y toca volver a casa pero antes tengo que pasarme por mi piso para coger algunas de mis cosas, supongo que va a estar Fermín, por Gavi sé que hoy no tienen entreno hasta por la tarde pero no puedo esperar hasta que no este porque mi vuelo sale a las 15.
Me paro en la puerta dando un suspiro antes de meter la llave en la cerradura, abro la puerta y paso, escucho un pequeño ruido proveniente del salón y solo pasan dos segundos cuando Fermín aparece en la entrada.
- Has venido... - dice como sin creérselo.
Yo no le hago ningún tipo de caso y me voy directa a mi habitación aunque él me sigue. Abro mi armario y me pongo de puntillas para coger mi maleta de la parte de arriba pero mi estatura me juega una mala pasada y Fermín se pone detrás mía para ayudarme.
- Apártate Fermín - le digo seria cuando mis manos ya llegan a la maleta porque él la ha bajado bastante.
Él me hace caso automáticamente y se aparta de mi.
- ¿Podemos hablar? - me pregunta mientras yo abro la maleta dejándola encima de la cama - ¿Me vas a contestar por lo menos o qué? - me pregunta cuando ve que lo estoy ignorando.
Voy metiendo más rápido de lo normal mi ropa en mi maleta, mientras Fermín sigue detrás mía diciéndome cosas como "Julia, por favor" "Vamos a hablar" "La he cagado, lo sé"
- Mira me estas poniendo nervioso - dice desesperado - Te voy a dar tu espacio pero tenemos que hablar, lo nuestro no sé puede joder por esto.
- Eres tu él que lo ha jodido - soy capaz de decirle mientras cierro mi maleta y la dejo en el suelo.
- Lo sé, soy consciente de ello, pero no puedo vivir si estás enfadada conmigo.
- Pues habértelo pensado antes... - digo haciéndole suspirar, no voy a perdonarle fácilmente.
No le digo nada más, solo cojo un par de cosas que tengo por ahí y ando hacia la puerta de casa.
- Te llevaría pero no vas a querer... - me dice pero yo no le contesto ni le doy pie a que diga algo más porque salgo de casa cerrando la puerta.
Ahora solo necesito volver a casa y que estas vacaciones de navidad se me hagan muy largas para no enfrentarme a la realidad.
...
31 de diciembre
- Mami, ¿te ayudo en algo? - le pregunto a mi madre entrando en la cocina cuando me despierto.
