Julia y Fermín, Fermín y Julia, mejores amigos desde la cuna, inseparables incluso cuando Fermín se fue a Barcelona para cumplir su sueño. Nunca han perdido el contacto, aunque cada uno estuviese en una punta de España. Julia siempre se ha guardado...
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Han pasado unos días desde que Fermín llegó de Riad, estos días han sido muy rutinarios y tampoco hemos tenido demasiado tiempo para nosotros, yo he estado yendo a la escuela veterinaria y él ha estado concentrado con sus entrenamiento y partidos, es más, ayer estuvo en Salamanca jugando octavos de final de la Copa del Rey que ganaron 1-3.
Lo nuestro está bien, hemos estado bastante concentrados en nosotros mismos estos días así que no hemos pasado mucho tiempo juntos pero si que ha habido algún beso tonto por ahí que siempre ha buscado Fermín.
Hoy vamos a salir a comer, pero no solos, vamos con Gavi, Cristo, Biel, Ale y Mario a un restaurante que está un poco a las afueras de la ciudad de Barcelona donde suelen ir de vez en cuando ya que no hay demasiada gente que pida fotos o cosas así.
Me he puesto unos vaqueros básicos con un jersey ya que hace algo de frío, normal, estamos en enero todavía. Me estoy echando un poco de colonia frente al espejo de mi baño cuando Fermín se apoya en el marco de la puerta aparentemente ya listo.
- ¿Estás listo? - le pregunto dejando mi perfume en el mueble donde tengo todas mis cosas en el baño.
- Sí - dice poniéndose detrás mía mientras se recoloca el pelo - ¿Y tú?
- Sí, estoy lista y deja de peinarte que vas bien - le digo riendo mientras me doy la vuelta para quedar cara a cara con él.
- Que guapa tú, ¿no? - me pregunta acorralándome contra el lavabo mientras me aparta el pelo de mi hombre derecho.
- Fer... - le digo poniendo una mano sobre su pecho.
- ¿Qué? ¿Me tienes miedo? ¿Crees que te voy a comer o algo? - me dice soltando una risa.
- Ya te gustaría a ti comerme - le vacilo riéndome.
- Ya lo he hecho y me atrevería a decir que a ti te gusta más que a mi - me susurra inclinándose hacia mi colocando sus manos en mi cintura - Tus gemidos me lo han confirmado cada vez que he estado entre tus piernas.
- Cállate imbécil - le digo dejando un golpe en su cabeza mientras me sale una risa.
- Ni que fuera mentira - me dice riendo.
- Que te call... - le empiezo a decir de nuevo pero no me deja acabar ya que posa sus labios contra los míos.
Le sigo un poco el beso pero no dejo que vaya a mucho más.
- Me has dicho que me callara, ¿no? - me vacila riendo.
- Tira - le digo quitando sus manos de mi cintura - Venga sal, voy a hacer pis y ya nos vamos.
- Ni que no pudieras mear conmigo del... - me empieza a decir pero lo corto.
- Calla y sal - le digo riendo.
- Vale, vale - me dice saliendo del baño riendo.
Hago pis y salgo del baño encontrándomelo apoyado en la pared del pasillo esperándome. Salimos de casa y bajamos directamente al garaje para montarnos en su coche y poner rumbo al restaurante.
