Julia y Fermín, Fermín y Julia, mejores amigos desde la cuna, inseparables incluso cuando Fermín se fue a Barcelona para cumplir su sueño. Nunca han perdido el contacto, aunque cada uno estuviese en una punta de España. Julia siempre se ha guardado...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- ¿Cuando vas a venir a por tu puto perro? - leo en voz alta riendo el mensaje que me ha mandado Valeria tras ducharnos y vestirnos, ayer por la mañana, antes de ir a París se lo deje a ella.
- ¿Por qué llama a nuestro perro puto? - me pregunta Fermín alzando sus cejas de manera divertida.
- Le tiene un amor odio, cuando lo ve domidito se lo quiere comer a besos pero después cuando esta corriendo de un lado para otro y liándola por ahí quiere estrangularlo, probablemente ahora esta activo y por eso me ha dicho eso - le explico a Fermín.
- ¿Y dejas a nuestro hijo con una persona que quiere estrangularlos? - me pregunta de forma divertida haciéndome reír - ¿Vamos a recogerlo juntos ahora?
- Sí, claro, le voy a avisar que vamos para su casa - le digo antes de escribirme a mi mejor amiga - Dice que Guille y Javi están en su casa.
- Pues vamos, así los veo, que está tarde iba a verlos pero tampoco íbamos a poder estar mucho tiempo juntos ni tranquilos.
- ¿Estás nervioso por esta tarde? - le pregunto mientras salimos de mi habitación, esta tarde va al ayuntamiento para celebrar con todo el pueblo la Eurocopa y la medalla olímpica.
- Más que nervioso, me da mucha vergüenza - me dice haciendo una mueca mientras bajamos las escaleras de mi casa.
- Normal, aunque conozcas a prácticamente todo el pueblo a mi también me daria mucha vergüenza - le respondo antes de que salgamos de mi casa y pongamos rumbo a casa de mi mejor amiga.
El camino a casa de Valeria es corto, no llega ni a diez minutos andando pero en el camino nos encontramos a varias personas del pueblo que nos paran para felicitar y hacerse alguna foto con Fermín.
Cuando llegamos a casa de Valeria llamamos al timbre y es Guille quien nos abre la puerta.
- Cabezón... enhorabuena - le dice Guille a Fermín cuando abre la puerta antes de abrazarlo.
- Gracias, ¿qué tal estás? - le pregunta mi novio a nuestro amigo.
- Muy bien, aunque seguro que no mejor que tú, vaya verano tío, la Eurocopa y ahora campeón olímpico... - le responde Guille.
- La verdad es que no me puedo quejar de verano no - le responde mi novio antes de que yo salude a Guille también y ambos entremos a casa de Valeria - Oreo... - dice cuando entramos al salón.
Oreo al escuchar la voz de Fermín viene corriendo hacia nosotros, nosotros nos agachamos junto a él aunque a mi no me hace demasiado caso, solo salta encima de Fermín dándole besos por toda la cara.
- Joder Oreo creces por segundos - le habla Fermín, no hace tanto que no lo ve, solo un poco más de dos semanas pero si que es verdad que esta creciendo muy rápido.
- ¿Por qué estás mojado? - pregunto cuando lo toco.
- ¿Qué por qué esta mojado? La ha liado antes - dice Valeria soltando una carcajada - Mi madre ha regado las plantas del jardín esta mañana y él al rato ha escarbado en una de las flores y se ha puesto perdido de tierra negra así que he tenido que bañarlo.