Julia y Fermín, Fermín y Julia, mejores amigos desde la cuna, inseparables incluso cuando Fermín se fue a Barcelona para cumplir su sueño. Nunca han perdido el contacto, aunque cada uno estuviese en una punta de España. Julia siempre se ha guardado...
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- Juls - me llama Fermín desde la puerta de la terraza tras un buen rato - Julia venga hazme caso y escúchame, o por lo menos ven a dormir.
- ¿Qué quieres Fer? - digo mucho más relaja que hace un rato mientras me levanto de la silla y me giro para mirarlo.
- En realidad, hablar contigo, no quiero que te vayas a dormir enfadada conmigo.
- No estoy enfadada - digo pasando por su lado y entrando en la habitación - Solo me molesta que hagas cosas que tienen que ver conmigo a mis espaldas - digo sentándome en la cama.
- Perdón, ¿vale? - dice girándose para mirarme - Joder Juls es que sé cómo son estos, eres como mi hermana y no quiero que te hagan daño - dice y yo ruedo los ojos internamente, ya me está llamando hermana otra vez.
- Fer, pero es que no te tienes que meter en mi vida, que tengo 20 años, sé lo que hago y puedo cuidarme sola.
- Ya sé que puedes cuidarte tu sola pero a veces me sale la vena protectora - me dice dándome una sonrisa de boca cerrada - Perdóname Juls, no lo he hecho con mala intención - me dice haciendo un puchero con su boca acercándose a mi, vale, si me pone esa cara ya está perdonado.
- Pero que no pongas esa cara, que te perdono rápido - digo cogiendo disimuladamente el cojín que tengo al lado y estampándoselo contra su cara.
- La acabas de cagar - dice acercándose a mi.
- No, no, no - digo viendo que sus intenciones son hacerme cosquillas, pero él no me hace caso y lleva sus manos a mi cintura haciéndome cosquillas, sin darme cuenta hago un movimiento rápido con mi rodilla impactándola sobre su entrepierna.
- Auch - se queja llevando sus manos a su entrepierna y sentándose en el suelo, por su cara se que le ha dolido mucho.
- Ay - digo tapándome la boca con mis manos intentando no reírme.
- Que dolor - se queja levantándose y sentándose a mi lado en el borde de la cama.
- Perdón - digo mordiéndome el labio inferior para no reírme pero no lo consigo.
- Pero no te rías cabrona que casi me dejas sin hijos - me dice Fermín soltando un quejido de dolor.
- Yo mejor me voy a dormir ya - digo riéndome un poco levantándome de la cama y yendo al otro lado de la cama para destaparla y subirme a ella - Fer, ¿estás bien? - le digo andando sobre mis rodillas por la cama y pasando mis brazos por encima de sus hombros mirándolo desde el lado.
- Sí, no te preocupes - me dice dándome una sonrisa.
- Ay pobre - digo dejando un beso sobre su mejilla.
Nos separamos y ambos nos acostamos en la cama mirando hacia el techo.
