¿Amigas? (Rivers x tú)

34.

Era el cumpleaños de Sam, el día anterior me quedé a dormir con ella en su casa, cuando me levanté intenté no hacer mucho ruido, le quería llevar el desayuno a la cama.

Fui a su cocina, quería hacerle unos panqueques con jugo de naranja, Sam decía que yo cocinaba muy rico.

No me demoré mucho, puse el desayuno en una bandeja, iba a ir a su cuarto pero ella salió.

—Sam, te quería dar una pequeña sorpresa.— me quejé.— Feliz cumpleaños, mi amor.

—Muchas gracias, preciosa.— dijo con una sonrisa.— Ya no importa la sorpresa, igual el desayuno se ve muy bueno, ¿y tu desayuno?— preguntó.

—Lo dejé en la cocina, ahora lo traigo.

Terminamos de desayunar, cada una se bañó y se arregló un poco porque queríamos dar un paseo por el parque.

Íbamos disfrutando del pequeño paseo agarradas de la mano.

—¿Ya te confirmaron todos si van a asistir?— cuestioné.

Habíamos quedado que en la noche tendríamos una reunión con nuestros amigos, incluso invitamos a un mago.

—Sí, la única que falta es Ari.— respondió.

—¿Crees que nos quiera ver?— hablé y alzó los hombros.— La noche será muy buena, tienes que divertirte mucho porque es tu día.

—Claro que lo haré preciosa, estaré con mis amigos y sobre todo con mi novia.— recordó.

Llegamos a un puesto de helados y como hacía calor, cada una se compró uno.

—Creo que vendré a comprar más a este puesto, está muy rico.— hablé y Sam rió.

—Pues entonces aquí te traeré siempre.— exclamó.

Luego del paseo, fuimos a comprar algunas cosas que necesitaríamos para la noche.

En la tarde, no quisimos almorzar ya que no teníamos hambre.

Necesitaba ir a mi depa a terminar de hacer algunas cosas, me despedí de Sam. Claramente no fui a mi depa, tenía que ir a recoger el pastel de Sam, el pastel estaba inspirado en los pollitos de colores.

Faltaba una hora para la reunión, aproveche para poder cambiarme, quise ponerme un vestido que me llegaba arriba de las rodillas, comencé a maquillarme y a hacer todas mis necesidades.

De nuevo, me dirigí a la casa de Sam, no demoré mucho en llegar.

—Te ves muy bien.— halagó sin quitar la mirada de mi escote.

—Sam, mis ojos están arriba.— comenté burlona.

—Lo sé.— habló y me sonrojé.

Ella se vistió casual pero aún así se veía muy bien. Llegamos al lugar acordado, todos fueron llegando, hasta Ari asistió.

—Wey, pensamos que no vendrías.— comenté.

—Sí, por todo lo que pasó.— agregó Sam pero Ari la interrumpió.

—Dejen ese pinche problema para otro día, ahora hay que disfrutar de la noche.— mencionó alegre.

El mago hizo que nos divirtiéramos mucho con sus trucos.

Todos estábamos bebiendo, bailando, la pasábamos bien.

Cuando llegó el pastel fue más bonito de lo que esperaba, el pastel era en forma de corazón, en la parte superior traía tres pollitos de colores uno azul, otro morado y el último amarillo, acompañado de un mini pastel, estaba increíble.

Luego, le cantamos "Las mañanitas" a Sam, al terminar de cantar le tiramos confeti y espuma.

—Pide un deseo.— dijo Ari.

—Ahí va.— habló Sam.

Cuando apagó la vela le tocaba morder el pastel, Sam con miedo de que la empujen mordió rápido el pastel.

Al final de la noche, todos fuimos a la piscina, jugábamos con pistolas, nos lanzábamos agua, todo muy divertido.

Yo salí un momento de la piscina para ir al baño y Sam me siguió.

—¿A dónde vas?

—Al baño, ¿tú también?— pregunté.

—No, solo te seguí para agradecerte por estar conmigo en todo momento.— exclamó mientras se acercaba.

—Mi amor, sabes que siempre estaré contigo.— recordé.

Ella me dio un piquito y me abrazó.

—Te espero hasta que salgas.— comentó y asentí.

Me sentía muy feliz por ser parte de este día tan especial para Sam, me gustaba pasar tiempo con ella y estar en compañía de mis amigos, en unos días cumplo 2 meses con ella y no podía estar más feliz, sin duda era una de las mejores noches.