𝐹𝑖𝑛𝑎𝑙

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Mañana cumplía exactamente 1 año con Sam, fue el año más feliz de mi vida y no podía estar más agradecida.

Hoy Sam y yo teníamos planeado viajar a Nueva York, ya habíamos ido ahí una vez pero igual queríamos darnos unas pequeñas vacaciones, así sea por 3 días. Ambas habíamos quedado en encontrarnos en el aeropuerto.

Me levanté temprano, hice mis necesidades, pedí un uber y llegué a la hora al aeropuerto, como era de esperar mi novia aún no llegaba así que le envié un mensaje.

                   ¿Dónde estás qué no llegas?

En 5 minutos llegó, espérame
tantito.

La esperé y llegó antes de los 5 minutos.

—Vamos a perder el vuelo por tu culpa.— bromee.

—Que exagerada.

Subimos al avión y las dos andábamos muy cansadas.

—Como quisiera seguir en mi cama.— se quejó Sam.

—Apóyate acá.— hice palmadas en mi hombro.

Ella puso su cabeza en mi hombro y se quedó dormida, le tomé una foto y la subí a mis historias, probablemente me mataría cuando se de cuenta. Luego de unos minutos, yo también me quedé dormida.

Llegamos a nuestro destino, nos dirigimos hacia el hotel dejamos nuestras cosas y fuimos a pasear cerca del hotel, compramos algunos dulces que no se vendían en México, probablemente haríamos un stream probando los dulces de este lugar.

Regresamos al hotel y nos pusimos a ver friends mientras comíamos y tomábamos lo que compramos.

Al día siguiente, cuando me desperté no vi a Sam a mi costado supuse que había ido a comprar algo que necesitaba.

Estaba viendo mi celular hasta que escuché la puerta del cuarto.

—¿A dónde fuiste, amor?— pregunté.

—Quise salir un rato a pasear por ahí.— dijo.— Por cierto, feliz año, preciosa.— beso cortamente mis labios.

—Feliz año.— hablé y le di un abrazo.

—Hay una cafetería cerca de aquí, se ve bien bonito, ¿vamos?

—Claro, me cambió y vamos.

La cafetería estaba muy bonita, las dos nos pedimos unos croissants con café.

Terminamos y quisimos comprar ropa, entre otras cosas.

Nuevamente fuimos al hotel y dejamos lo que compramos.

—Sam, hoy te llevaré a un lugar que cuando lo vi en internet, me gustó y me dieron ganas de ir contigo.

—Me gusta que siempre quieras hacer las cosas conmigo.— comentó y sonreí.

Ya eran las 5 de la tarde, estábamos en camino a ese lugar, quería llevarla a uno de esos edificios grandes donde la vista es maravillosa.

Llegamos y en persona era aún más grande de lo que me imaginé.

—Está es la pequeña sorpresa.— hablé.

—¿A poco me regalarás el edificio?— contestó sarcástica y la miré mal.

—Entremos.

Pagamos, hicimos algunas actividades, nos hicimos un tour y subimos hasta la cima del edificio.

—Esto esta precioso.— dije.

—Es una vista muy hermosa.

Tomamos muchas fotos para tenerlas de recuerdo.

—Gracias por traerme aquí, preciosa.— agradeció.

—Es un placer compartir cada experiencia contigo.— hablé y me besó.

Estuvimos ahí y luego nos regresamos al hotel, estábamos agotadas.

Sam abrió la puerta de la habitación y vi en la cama un ramo de flores con chocolates, en medio tenía una carta, me acerqué y la leí.

Hola ____, sabes muy bien que no soy buena para estas mamadas de escribir cartas, pero lo intentaré hacer por ti.
Hace un año que empezamos con esta relación, en este año tuvimos dificultades que las dos superamos.
Wey, si te vieras a través de mis ojos, te darías cuenta que para mí eres la personita más perfecta que pueda existir. Sé que comprendes lo mucho que vales para mí, a veces solo necesito un abrazo tuyo para lidiar con los problemas que se me presentan, a veces solo quiero un "te amo" para sentirme mejor, a veces solo necesito estar a solas contigo para saber que eres la persona correcta. Te amo.

Cuando leí eso no pude evitar que algunas lágrimas se me salieran.

—No es mucho pero...— la interrumpí con un beso tierno.

—Estar contigo es más que suficiente.

—Falta algo más.— agregó.

—¿Qué cosa?— pregunté y vi que estaba un poco nerviosa.

—____, ¿quieres venirte a vivir conmigo?— murmuró, pero igualmente la escuché.

—¿Cómo?— hice como si no la entendiera.

—Si te quieres venir a vivir conmigo.

No puedo negar que eso me tomó de sorpresa ya que nunca habíamos hablado de vivir juntas.

—Si no deseas, lo entenderé, no quiero que te sientas presionada o algo así.— habló rápido.

—Sam, claro que me gustaría vivir contigo.

—¿En serio?— asentí.— Eres la mejor.— nos abrazamos emocionadas porque empezaríamos una nueva etapa.

Sabía que había escogido a la mejor persona, Sam era mi todo, ella es mi "media naranja" como suelen decir. Ella me complementa, en pocas palabras, es perfecta y no podía estar más que feliz por empezar a convivir juntas, estábamos por entrar a la mejor etapa de nuestras vidas.

¿Amigas? (Rivers x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora