[N/A: dejo en el inicio un video con dos canciones para oír de fondo al leer. En caso de querer oírlas por otro lado el nombre es "Sparkle (buscar la movie version)" de RADWIMPS]
Separados por dos pasos de distancia, ambos se quedaron parados contemplándose el uno al otro. Traían pegado en el frente del cerebro toda la información que acababan de presenciar, se habían enamorado, sin saberlo, del otro pedazo de alma que les pertenecía. Se estaban encontrando en aquel lugar, se pudiese o no, porque se habían llamado. Y ahora, se encontraban mirándose a los ojos, con intriga, una claridad confusa y deseo.
Jungkook no despegaba la vista de sus ojos, como si penetrara a través de estos, viéndole el alma. Viendo la otra parte de sí que también vislumbraban su propia vida, pareciendo reflejarle la repetición de toda su vida en secreto, sin detenerse en el ayer y el hoy, reflejando también un futuro que lo arrancaban del presente, un futuro sereno y deslumbrante, con nuevas formas de vida, cuyas imágenes eran increíblemente brillantes y plenas; un futuro donde estaba con ella.
Allí estaba él, observando la que amó, ama y amaría para siempre. El cabello de Nara caía sobre sus hombros con un aura dorada sobre su color chocolate, sus labios, semiabiertos, lo llamaban a gritos en silencio. Sus mejillas y nariz le recordaban lo delicada que era, obligándolo a morirse por dentro de solo pensar en tocar su piel con sus indignas manos. Podía ver la silueta de su cuerpo desnudo sin verlo con claridad. La silueta de sus pechos, su cintura, su cadera, sus piernas. Dejando nada y todo a la imaginación.La toxina botulínica, responsable de una enfermedad potencialmente mortal, es un veneno extremadamente potente que destruye el sistema nervioso. Se dice, uno de los más fuertes.
La estúpida toxina quedaba en ridículo si se la comparaba con la agonía que se tragaba Jungkook controlándose mentalmente por no acercarse hasta que ella quisiera, hasta que ella lo permitiera, y limitarse a mirarla, y aún así, sentir que profana el ente más puro jamás existido por saciar egoístamente, por lo menos, la sed de ella con sus ojos.Nara por otra parte, sintió que un nudo crecía en su cuello con una extraña angustia envuelta en éxtasis, quería poseerlo, quería tenerlo, más que eso, quería ser parte de él. Se acercó con lentitud, acortando el primer paso y medio de distancia, con una distancia tan diminuta que podía sentir el calor del cortado aliento de Jungkook. Paralelamente a la velocidad de su ritmo cardíaco, la mano de Nara se acercaba con lentitud a la mejilla de su enamorado.
La combinación de una subida de temperatura junto a un frío recorriendo su espalda invadieron su cuerpo insinuando que se desmayaría pronto, pero sus ojos se mostraban serenos, había encontrado una fuente sólida que la mantenía estable, tranquila; una fuente en los ojos de Jungkook, que tampoco despegaba los suyos de los de ella. Sin embargo, éste, en el momento en que el tacto de la persona cuya entidad deseaba en todas sus formas sintió posarse en su indecente pómulo, no pudo evitar cerrar los ojos.
Se permitió disfrutar esa acción. No quería tocarla, ni acercarse, ni besarla; porque no se sentía digno de morirse de ganas de probarla.Nara, con una mano sobre su mejilla y sus ojos analizando su angelado rostro, deseó tenerlo. Su vista pasó por sus brillantes labios, su nariz pidiéndole ser mordida y por sus pequeñas pestañitas entrelazadas llamándola, imposibilitando la probabilidad de evitarlo.
Dio el medio paso de distancia que quedaba con la extraña sensación de tener el corazón latiendo con una fuerza abismal, pero a su vez, con una tranquilidad capaz de calmar el más turbulento de los mares. A centímetros de su rostro, lo miró una vez más. Como si tuviera que hacer una imagen mental a la cual aferrarse el resto de su vida en caso de morir por amarlo.
Se acercó, besando su ojo izquierdo. Jungkook sintió como se le anudaba la garganta al sentir aquellos angelados labios tocar su corrompida piel.
Nara besó el derecho, provocando un agujero en el pecho de su amado.
Besó su nariz, causando otro agujero en Jungkook, quien sentía morir y renacer en algo más puro que cielo con cada uno.
Finalmente, Nara bajó a sus labios con lentitud, con la vista pegada con ellos, admirando el lunar más luminoso jamás existido y dándole una última vista a su rosada boca antes de por fin cerrar los ojos para presionarlos con los de ella.
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Destinos 목적지 (J. JungKook)
FanfictionJeon Jungkook, miembro de BTS y Shin Nara, una chica de pueblo, se verán enredados en una curiosa anomalía: cada vez que duermen, cambian de cuerpos. En su búsqueda por descubrir la causa sin estropear la vida del otro, aprenderán el significado de...