Consecuencias

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El último día de la semana laboral como desempleada requería que Nara se concentrara en buscar un nuevo trabajo, una brisa de calor subió a sus mejillas por la impotencia de recordar lo injusto de su situación.

Pero rememorar el rendimiento del día anterior la tranquilizó, ahora Jungkook sabría lo que sentía. «Pagaría por ver su cara». Los miembros habían hecho un excelente trabajo tratando de opacar las palabras que había dicho Nara nombrando extraños rumores que habían oído sobre sí mismos, poniéndose cada vez más ridículos.

Nara respetó ese profesionalismo.

Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que recordó las palabras de Namjoon sermoneándola tras el vivo.

«Ahora no solo hablarán de ti, también de Jennie y las chicas y comenzarán a armar rumores con el resto de miembros si no es que ya lo hacían antes. Una sola mirada que cruzaste con Lisa en unos premios hace unos años y aún se hacen videos de ello en todas las plataformas. ¿Sabes lo que sucederá ahora?» pero Nara lo sabía. De hecho, con eso contaba.
«Tienes que estar más atento. Llevamos años tratando de enviar mensajes positivos a nuestros fans y usar las plataformas que nos han dado para aportar en el mundo y nuestra nación. No alimentemos la prensa amarillista ni convirtamos estas cosas en el centro de atención, no es justo para las ARMYs»

Recordaba esa conversación a la perfección. Él tenía razón y de alguna forma, había hecho lo que tanto había querido evitar. Lastimar a otros.

Era el cuarto día que cambiaban nuevamente de cuerpos «si mañana amanezco en esa habitación blanca de nuevo, es oficial». Estarían entonces bajo cierta anomalía y no estaba segura de cuándo terminaría. El recuerdo de la noche del miércoles volvió a su mente con culpa. Podía ser su pequeño «pequeñísimo, insulso, casi inofensivo» deseo de esa noche el que la trajo a esta situación nuevamente o cada vez que dormían, por alguna razón, cambiaban de cuerpos.

Si bien había disfrutado vengarse de Jungkook no quería darle la oportunidad de que hiciera estragos en su vida una vez más. «Hoy es jueves» recordó. ¿Qué había hecho él en su cuerpo ayer? Y más importante, ¿de qué forma podía averiguarlo?

Preguntarle a su abuela o a Yeseo sería sin sentido. Un simple ¿Qué hice ayer desde que me levanté hasta que me fui a dormir? Respondería sus dudas, pero era una pregunta extraña que no sabrían responder. Debía usar preguntas que no delatasen el hecho de que no tenía idea y al mismo tiempo le diera la información suficiente para ponerse al día, pero ese era justamente el problema. No tenía idea que preguntar porque no tenía idea de que sucedió.

Pensó en aplicaciones que pudiesen brindarle alguna pista. Tomó su celular y se dio cuenta de lo mucho que le dolían los músculos de las piernas. Pensó lo peor. ¿Había corrido?, ¿qué requeriría correr?, «Escapar», ¿de qué? Su recuerdo con la policía y la comisaría no le trajo ningún pensamiento esperanzador.

¿Dónde podía buscar?, ¿su galería, el calendario?, un ajuste en la aplicación de Google Maps pasó por su memoria como un meteorito. «Mis rutas». Entró a la aplicación y a dicho atajo, lo que le brindó un mapa de sus recorridos el último mes. Buscó el día de ayer encontrándose con largos trechos de carretera pintados de azul. Había pasado por los campos Daehan Dawon, la estación de tren y el restaurant El sabor de Hanul.

Trató de sacar conclusiones. La estación de tren le hizo dudar si había intentado escapar, pero el restaurant le dio la esperanza de que fuese a enmendar su error, se sentía mal en la nota que dejó el primer cambio. «La nota».

Rápidamente entró a las notas, encontrándose efectivamente con un mensaje.

«No sé por qué cambiamos nuevamente, si hiciste algo otra vez por favor, ya no lo hagas.

Destinos 목적지 (J. JungKook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora