Destinos 목적지 (J. JungKook)

Ella (Parte 2): Estrellas en los ojos

El césped brillaba con vitalidad, las gradas resaltaban con vacío y sólo un pequeño grupo de personas yacía en el centro del estadio.

El corazón se le hundió, latiendo con una intensidad apenas soportable. Los pálpitos dejaban un rastro de tambores profundos bombeando su cuerpo y resonando fuertemente en sus oídos, mareándola.

Como si le estuvieran absorbiendo la sangre, Nara se envolvió en un sentimiento de pérdida.
Su cabeza le daba mil vueltas a lo que desconocía, aferrándose a lo que sabía, cuestionando si estaba tan segura de realmente saberlo porque, recordaba el estadio a la perfección, ¿cómo es que lucía tan diferente?, ¿cómo es que se encontraba vacío?, ¿cómo era posible haberse confundido tanto?

Se acercó a personas cercanas que pasaban detrás de ella por el pasillo, haciendo fuerza para ocultar el pánico en su voz. La primera pareja que se cruzó no tuvo respuestas, dirigiéndose a una elegante mujer detrás de ellos, con blazer, falda y zapatos de charol, el cabello cubierto en gel tan brillante como su gafete y un cubrebocas oscuro con el logo del estadio bordado en combinación con todo su conjunto.

—Creo que te estás confundiendo —le respondió tras fruncir las cejas al oír la palabra concierto. Siguió su camino dejando un rastro de ecos con sus tacones pisando sus ligeras esperanzas a cada paso.

No podía ser posible.

Volvió a las gradas una vez más. El estadio seguía vacío, incluso tras frotarse continuamente los ojos. Clavó la vista en el pequeño grupo de personas esparcidos por el césped del complejo deportivo, no eran más de diez, casi todos con cámaras filmando el gran estadio.

Quizás estaban grabando el lugar donde había pasado BTS, quizás estaban allí para filmar el documental de los chicos y el momento en que cambiaron de estadio a último momento previo a su concierto virtual, su cabeza no tenía tiempo para pensar en la lógica detrás de esas ideas porque sus piernas ya caminaban decididas a hablarle a aquel grupo que en su mente era el íntimo equipo de los chicos y tenían todas las respuestas a sus preguntas, claro que estaba desesperada.

Atravesó el césped, viendo cada vez con más claridad el grupo de personas, matando ligeramente sus ilusiones en cada tranco. Eran jóvenes, bastante jóvenes. Con cámaras no muy costosas y atuendos informales.

—Disculpen —dijo acercándose a los tres más cercanos. —, um... yo —No fue hasta ese momento que notó lo poco preparada que estaba para hacer una pregunta lógica que le diera explicaciones sobre ¿dónde estaba el amor de su vida siendo que ése era el lugar dónde había estado cuando cambiaron de cuerpos? —, que, um, ¿qué están haciendo?

—Grabamos el estadio —dijo una de las chicas.

—Es para una actividad de la universidad.

Los chicos siguieron hablándole, dándole explicaciones y detalles de la actividad, pero los oídos de Nara se apagaron, impidiéndole prestarles atención. Se gritaban cosas con los más lejanos, dándose instrucciones supuso, pudo oír una de las compañeras gritar algo cada vez más cercanamente, pero todo lo oía borroso. Solo escuchaba su mente en blanco. ¿Qué haría ahora?

—¿Nara? —dijo una voz a un costado, obligándola a salir de su transe.

«¿Jungkook?», volteó.

—¿Ara? —dijo abriendo los ojos con sorpresa y arrugando las cejas.

—¿Qué haces aq...?

La interrumpió, sacándole el aire al golpearla con su abrazo. Por primera vez en todo el día sentía alivio, una emoción que con el pasar de las horas parecía volverse más mitológica. Dejándose llevar por él, aguándole ligeramente los ojos.