Notas

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«Gracias por ayudar a mi halmi y llevar a Yeseo contigo.» leyó el maknae, en el cuerpo de Nara.

«Apreciaría que enmiendes mi relación con mis amigos, te marqué en Google maps sus direcciones. Sus nombres son Chul y Soomin. Y si no es mucha molestia, ya no elijas el bien de personas que no conoces.

Respondiendo a tu último mensaje, quiero reiterar una vez más que no soy tu fan y de hecho me encuentro irritada con esta innecesaria interacción. Creo que ambos estábamos bastante bien sin el otro. Es por esto que te dejé en mi laptop algunos artículos sobre lo poco que pude investigar respecto a todo esto, la contraseña en 040699. Si sabes algo más, déjame saber.

Me gustaría creer que estas tan desesperado como yo para que hagamos como si nada de esto hubiese sucedido. Si así es, me alegra anunciar entonces, que finalmente hemos encontrado algo en común.

Te propongo concentrarnos en deshacer esto cuanto antes.»

Para fortuna de Nara, los fines de semana eran los días más tranquilos de la semana atareada que llevaban los miembros de BTS. Se levantó vistiendo un muy cómodo conjunto de pijama de algodón. Esa era una de las pocas cosas buenas que tenía ser Jungkook de vez en cuando. «Soy millonaria día por medio», técnicamente hablando claro pues Nara no era Jungkook y tampoco millonaria.

«Las cosas que podría hacer con tanto dinero». La imaginación la transportó a un mundo de fantasía donde le compraba una casa enorme a su familia, con una habitación de lujo para su padre y los mejores médicos del país. Se compraría un departamento en Seúl y asistiría a la más prestigiosa escuela de cine.
Se convertiría en la mejor directora femenina de Corea del Sur, conocería y trabajaría con sus más grandes ídolos. En uno de sus proyectos conocería al amor de su vida, tendría seis hijos y cuatro perros, todos rodeados de miles de premios.

Un corto mechón de cabello negro se movió por la brisa que generada el ventilador en el techo, sacándola de sus sueños dorados y devolviéndola a la oscura realidad.

«¿Qué pasaría si me transfiero...?», y aunque la idea fuese tentadora, una parte honesta y aburrida llamada moral le obligó a pensar en las consecuencias para nada positivas. Se lo replanteó. Además, «Jungkook lo notaría, lleva visitando mi casa demasiado seguido para no notar una enrome transferencia» Pero en realidad, Nara temía que funcionara, porque eso implicaría que no contaba con lo necesario para arreglárselas sola.

«Hablando de...» pensó en busca del celular de su huésped curiosa por lo que le depararía el día de hoy, pero al prenderlo, se encontró con otro fondo de pantalla.

«Mensaje en notas» leyó. Por supuesto, era para ella.

El corazón comenzó a latirle ansioso, no había hecho nada malo, por lo menos nada injustificable y hasta le había agradecido el gesto el día anterior. Pero podía haber comenzado una enemistad con alguien lleno de dinero, contactos y la capacidad de manejar su vida constantemente Dios sabe hasta cuándo. Era una pelea que fácilmente podía perder.

«Creo que no te aseguraste lo suficiente porque lastimaste a mis amigos, personas de la industria, ocasionaste problemas en Big Hit y asustaste a mi madre. No te llamaré psicópata porque debería saber que se siente serlo para poder identificar uno» ¿Era eso una indirecta?

«Sin embargo. Me equivoqué y te pido disculpas. No estuvo bien suponer que eras la culpable y actuar maliciosamente. Prometo enmendar los daños ocasionados.

Dicho esto, no sé qué sucede, por qué ni hasta cuando seguirán los cambios, pero asumiendo que tanto como yo quieres mantener tu vida tal cual está, hasta que esta locura termine debemos trabajar juntos. Por esto te ofrezco una tregua.

Sé que comenzamos con el pie izquierdo, pero no te pido ser amigos, claramente me desprecias y hasta ayer, te creía una demente. Tómalo como compañeros de viaje.

Tu me enseñas a vivir tu vida y yo te enseño a vivir la mía.

En el caso de que aceptes, más abajo encontrarás una lista con todos los ensayos, canciones, grabaciones, proyectos que tenemos programados para este mes. En la galería te dejé videos míos explicándote las rutinas de bailes que más necesito que te aprendas y todas mis participaciones vocales de las canciones que estamos grabando. No te ofendas, pero escuché las que hiciste y necesitas practicar» Auch.

«Espero aceptes. No puedo hacerlo sin ti.

Los sábados no hay ensayos, en su mayoría son eventos en línea, VLIVES, grabaciones para programas de televisión, entrevistas y esas cosas. Lo hiciste muy bien en la entrevista del primer día, por cierto, gracias por eso. La guía de abajo te ayudará con las preguntas de los álbumes, conciertos, canciones y todo lo que puede llegar a servirte si no sabes mucho de nosotros. Si tienes preguntas, déjame saber.

Buena suerte. Cuento contigo.

JK:).»

El mensaje la dejo con una mezcla de sensaciones. Le puso un poco de presión, se disculpó, criticó su canto, asumió su responsabilidad e implicó que era una psicópata al mismo tiempo.

Claro que no era la intención de Jungkook. Cualquiera que viese las entrevistas y programas de la banda notaría la genuinidad que resaltaban los chicos. En especial Jungkook, que radiaba una inocencia particular.

La noche anterior se la había pasado investigando, organizando eventos y ensayos en orden de prioridades. Usó los espacios para comer, descansar, ir al baño y algunas horas de sueño para grabarle tutoriales a Nara. Si algo lo debilitaba era ver decaimiento en sus hyungs y la broma de Nara no le había gustado nada, pero decidió tragarse el orgullo y hacer lo correcto, pedirle disculpas. Jungkook genuinamente buscaba facilitar la difícil situación con la única persona en el mundo que podía ayudarlo y entenderlo.

Pero por supuesto, no era así como se leía. Siendo realistas, cualquiera comprendería lo que Nara. He allí el problema de leer palabras y no oír el diálogo.

Ella era empática, comprendía la perspectiva de Jungkook. Un chico que entrenó desde pequeño y que ahora está en lo alto. Por supuesto que creyó que era una fan loca. Pero el gusto agridulce que le dejó la nota no la dejó convencida. Se había disculpado, pero también le había nombrado sus errores y la trató de loca, indirectamente. No preguntó sobre la vida de Nara o qué podía hacer para ayudarla a ella. De repente, las disculpas comenzaron a verse como una sucia estrategia para convencerla de ayudarlo.

En este punto, Jungkook necesitaba de Nara pero ella no estaba segura de poder confiar en sus palabras y por mucho que quería aceptar la oferta, temía la verdadera intención del cantante.
Nara necesitaba una verdadera razón para creer que estaba arrepentido y así confiar en él. Entonces podrían trabajar juntos.

«No. Si Jungkook quiere mi ayuda, deberá ganársela»

Destinos 목적지 (J. JungKook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora