«No me importa lo que digan de ti... te matarán... que lo hagan...» despertó.
En algún lado oyó decir que las lágrimas tienen propiedades calmantes y es esta, la razón por la cual nos sentimos tranquilos después de llorar. Nara se sentía así, como si hubiese llorado a mares y sintiera la calma del después. Por supuesto que no era el caso, se había levantado un día más como Jungkook y lo último que hizo este fue hablar con Jennie antes de dormir.
Casi por el mismo horario, Jungkook se levantó en el cuerpo de Nara, paralelamente a esta, apenas podía abrir los ojos de la hinchazón por llanto que éste había provocado.
Nara sentía una plenitud serena y se lo debía a él. Se sentía en deuda, más que eso, quería devolverle el gesto de alguna manera, como si el agradecimiento no cupiera en un simple gracias.
Abrió las notas y le escribió una pequeña respuesta resumiendo el día anterior.
Estaba bien. Alegre, calmada, serena. Quizás podía hasta decírselo en persona. Abrió la aplicación de llamadas y ahí estaba, el contacto de Jennie entre sus recientes. «Se deben haber reconciliado», pensó con optimismo. La curiosidad la invadió, debía estar segura de que así fue. Entró a su chat encontrándose con los mensajes que Jungkook había intercambiado con ella el día anterior.
«Gracias🖤
Fue un lindo gestoNo fue nada, tuve mucha ayuda
¿Ah sí?
¿De quién?Una gran amiga»
Nara se enterneció, el corazón le palpitó con alegría. Se sentían igual, había encontrado un amigo y él le correspondía.
«Oh
No sabía que tuvieras noviaNo, no
Solo somos amigos»
De repente el corazón se ahogó por un segundo, como cuando se detiene por un milisegundo ante un estornudo. La conversación estaba tomando un giro extraño que muy en el fondo temía.
«En ese caso
¿Te gustaría salir alguna vez?»Cerró la aplicación con velocidad. Sentía que estaba presenciando algo íntimo e invadía a su, ahora, amigo.
Su plan había funcionado, más que eso, y se alegraba por ello. Quizás hasta había hecho más por su amigo de lo que imaginaba, regalándole una compañía. Comenzó a imaginarlos, en citas, de la mano, juntos. Se estremeció. Si seguían así, algún día le tocaría a ella tener un paseo romántico con Jennie haciéndose pasar por su amigo. Todo era muy extraño. La felicidad por ayudarlo mezclado con la serenidad de su día anterior la llenaban, pero extrañamente, se mezclaban con un sentimiento amargo, como culpa. No pudo explicarlo del todo, pero las ganas de llamar su número, de repente parecieron una mala idea.
Afortunadamente, el sentimiento no duró todo el día.
El resto de la semana transitó así, ayudándose el uno al otro, esta vez, con más ganas de ayudar al otro por el placer de hacer que por la obligación de regresar a la normalidad. De hecho, apenas recordaban la normalidad. Esta comenzaba a serlo.
«No sé bien que palabras usar para explicarte, pero lo intentaré.
Hace mucho no oigo hablar a mi papá tampoco. Comenzó con cansancios, dolores corporales; le diagnosticaron leucemia. Fue avanzando con días postrado en la cama y visitas continuas al hospital. Antes de que nos diéramos cuenta pasaba días hospitalizado, cada vez con más y más cuidado por lo mucho que avanzaba la enfermedad.
Pasó el tiempo y no parecía mejorar, pero dentro de todo, estaba estable. Nos dijeron el tiempo de vida que le quedaba e hicimos de todo para que el tiempo que quedase lo viviera lo más cómodo posible.
Vendimos nuestra casa, nos mudamos con la abuela. Mi mamá comenzó a trabajar doble turno y yo dejé los estudios para ayudar con los gastos. Todos los sacrificios del mundo para tenerlo en casa y terminar por conformarnos viéndolo dormir o mirar a través de la ventana.
Soy la mayor, me encargo de ayudar a todos y tiendo a ocultar como me siento. Quizás a veces exploto con mi mamá pero trato de contenerme. Pero eso tampoco lo comparto. Por alguna razón no me apena contártelo, supongo que así nacen las amistades» bromeó.
«Me diste la oportunidad de volver a esos tiempos, donde la preocupación más grande era aprobar mis exámenes y mi ingenuidad me guiaba por la vida. Siéndote sincera, no podría estar más lejos de esa época, sin embargo, recordé un pedacito de esos días cuando vi el video.
Me sorprendió mucho, en especial tus habilidades para editar, no alardees que tampoco es la cosa mejor editada del mundo. Pero es, en definitiva, el mejor video del mundo.
No soy de usar palabras, especialmente compartir como me siento, es difícil. Se que un gracias no es suficiente, pero, gracias.
Espero algún día ser capaz de devolverte un pedacito de lo que me diste.N :)»
El corazón de Jungkook palpitaba con calma, como si se hubiese hecho justicia. No por el agradecimiento, sino porque había generado en su, ahora, amiga, más de lo que esperaba. Se sintió bien consigo mismo y, sobre todo, con Nara. No le molestaba admitirlo, pero comenzaba a tenerle algo de aprecio.
Respondió:
«Me alegra haber ayudado. Lo hubiera hecho antes de haber sabido que se te caería un solo halago»
«No abuses»
«Está bien. Igual no sé qué tan halago es si me sigues criticando, ¿sabes lo difícil que fue usar ese programa?»
«Lo sé, por eso me sorprendió que conseguiste hacer un intento de video en menos de un día»
«Me tomó un poco más que un día»
«Eso explica el sueño»
«Oye, quizás, cuando todo esto termine, podría, ya sabes... ¿no terminar?»
«Si quieres que te entienda escribe las frases completas»
«Digo, me gustaría, si quieres, juntarnos quizás, ¿alguna vez?, reírnos de toda esta locura, digo, claro, si quieres»
«Sería divertido. Quien diría que terminarías por caerme bien»
«No lo creo, ¿otro halago?, ¿antes de que termine la semana?»
«Reitero, no abuses»
«Es un poco extraño seguir hablando por aquí, agendé mi número en tu celular, esta moderna versión de cartas es anticuada, cuando leas esto escríbeme el tuyo»
«Si, había pensado en eso, pero no sé»
«¿Pierde la magia?»
«Si... reservémoslo para cuando esto termine. Sería oficialmente nuestra primera forma de comunicación normal»
«Me agrada la idea, oye, por cierto, estás mejorando muchísimo las coreografías, ¿Cómo hiciste?»
«Le puse ganas»
«Tiene sentido»
«Te dije que intentaría devolverte el gesto, me estoy esforzando»
«Con razón tu cuerpo dolía tanto»
«Si, no es tan ágil como el tuyo, pero me ha ayudado más de lo que crees, tu le sigues contestando a mi tía -_-»
«Intento no hacerlo, pero no me gusta cómo te trata. Es horrible»
«Déjalo así, yo me encargo. No me ves interfiriendo contigo y Jennie, ¿cierto?
¿Como va eso, por cierto?»La semana del 24 de mayo comenzó y finalizó con una creciente amistad entre los viajeros. Sin saber, que pronto, descubrirían que querrían ser más que eso.
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Destinos 목적지 (J. JungKook)
FanfictionJeon Jungkook, miembro de BTS y Shin Nara, una chica de pueblo, se verán enredados en una curiosa anomalía: cada vez que duermen, cambian de cuerpos. En su búsqueda por descubrir la causa sin estropear la vida del otro, aprenderán el significado de...