Pistas

160 18 3
                                    

«¿Quién eres?». Las letras flotaban en el baño compartido congelando a Nara. «Yeseo» descifró. Amaba a su hermana, pero, a veces, y solo a veces, la detestaba. Especialmente por las mañanas.

Cruzó lo que quedaba del baño para entrar a la habitación de esta, Yeseo dormía profundamente boca abajo, con la cara a un costado. Los labios aplastados por la acumulación de mejillas provocaban que se abrieran, resultando en una pequeña aureola de saliva.

—Yeseo— susurró Nara —Yeseo— volvió a insistir falsamente, en un tono de voz que no escucharía ni la persona con más hiperacusia del mundo.

Se acercó con el mayor cuidado de no despertarla y se posó suavemente sobre su oído.

—¡Yeseo! —gritó.

La pequeña desorientada se levantó con gran rapidez, abriendo sus hinchados ojos lo más que pudo mirando hacia todos lados como si tratase de descifrar que peligro se avecinaba. Encontrándose solo con su hermana, cruzada de brazos al lado de su cama con un rostro tan serio que rápidamente descartó la idea de estar rodeada por algún peligro real.

—¿¡Qué te sucede, Nara!? —exclamó, lanzándole su almohada furiosa.

—Hice de todo para despertarte, no me quedó opción —Nara alzó sus cejas y brazos envuelta en un tono de voz condescendiente.

—¿¡Cuál es tu problema!? —reclamó a su hermana.

—La última vez que usé una de tus cosas me despertaste al otro día con un balde de agua y cubos de hielo en la cara, hipócrita —respondió Nara haciendo un esfuerzo sobrehumano para no seguir gritándole, pero Yeseo no sabía de qué hablaba —Y alístate, hoy tienes clase de piano a primera hora —Nara lo buscó con los ojos para amarrarlo a su bicicleta como todos las martes, pero no estaba en la desordenada habitación de Yeseo, no a simple vista.

—Es broma, ¿verdad? —dijo la pequeña, incrédula. Pero al ver a Nara buscarlo en cada rincón que encontraba, dudó de los cabales de su hermana —Nara eso fue ayer.

—¿Ayer?, pero es todos los martes.

—Hoy es miércoles.

Nara rio ante la acusación de su hermana, pero ésta insistió mostrándole su celular. «Pudo cambiarlo», era típico de ella. Pero el camión de la basura que se aparece miércoles y domingos hizo su aparición por la ventana y hasta donde sabía, ninguna niña de once años era capaz de organizar una mentira con camioneros incluidos. No. «No sin dinero».

«¿Entonces ayer fue martes?» Pero descartó la idea, había hablado con Ara sobre su el comienzo de la semana e ido al campo del pueblo a leer. Los martes no podía hacer eso.

«Fue real» resolvió. No había sido un sueño. La cabeza se le estaba desarmando en ideas y suposiciones, era la respuesta más y menos lógica a la vez. Lo explicaba, pero tenía muy poco sentido. A pasos lentos volvió al baño y analizó el mensaje en el espejo.

Se quedó viéndolo unos segundos pensando y volvió a su cuarto. Tomó su celular, haciendo una rápida búsqueda. «¡BTS cancela su gira por el mundo por el COVID-19!... Map of the soul: 7...» leyó, pero no podía ser. Pudo haberlo escuchado en algún noticiero y simplemente soñado con eso, teoría rápidamente desestimada cuando entró a YouTube, "[CHOREOGRAPHY] BTS (방탄소년단) 'Black Swan' Dance Practice". Recordaba cada movimiento, cada paso. Se quedó perpleja ante el descubrimiento, ¿cómo era posible? Incluso si hubiese escuchado la canción en su cotidianeidad, jamás había visto la coreografía, ni hablar memorizarla. Ponía las manos en el fuego por ello.

Se alivió al recordar que había sido prudente. No levantó sospechas y transitó el día con naturalidad. Un escalofrío le recorrió la espalda al pensar que pudo haber hecho cualquier cosa pensando que nada era real. Pero lo era. Era real.

Destinos 목적지 (J. JungKook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora