Destinos 목적지 (J. JungKook)

El Cambio 2

«¡Solamente lo desperté!... Tienes extrañas formas de despertar, Jimin, lo sabemos, ¿Qué le hiciste?... ¡Nada!, lo juro... ¿Quién fue por el agua?... Yoongi... ¡Está despertando!» Una ola de voces aturdía la cabeza de Nara, tratando de abrir los ojos divisó unas cinco personas, seis chicos, contando al que acababa de pasar el umbral de la puerta con un vaso de agua.

—¿JK?, ¿Estás bien?, V, suéltale las piernas— hasta ese momento, Nara ni siquiera se había percatado de sus piernas elevadas por los brazos de uno de ellos.

Se tocó la cabeza mientras los chicos la ayudaban a levantarse, le estallaba. Siendo comprensivos, tratar de tomar control de los sentidos y procesar que te levantaste en el cuerpo de otra persona puede ser, cuanto menos, difícil.

Una gota de sudor bajaba de la cabeza de Nara por su mejilla, bebió del vaso de agua en cuestión de segundos dando la impresión de haber corrido una maratón deshidratada.

—Les dije, fue la práctica de ayer. Jungkook no sabe frenar, ¡miren! Ni el maquillaje se quitó— dijo un pelinegro alto. Lo que explicaba la comezón.

—Jin tiene razón— dijo V.

—¿Jungkook?, ¿Cómo te sientes? — preguntó el que parecía, daba órdenes en el grupo.

«Jungkook, V, Jin... Estos son los BTS» pensó Nara. El shock de reencarnar en un hombre omitió el hecho de que no era cualquier hombre. Era una estrella pop.

—Rara...— susurró Nara.

—¿Rara?— acentuó la última 'a' mientras miraba al resto —Es oficial. Deberá tomarse el día— dijo Jin.

—No tiene temperatura— bostezó Yoongi con una mano en su frente, los ojos hinchados y el cabello revuelto —hoy ensayamos los cambios de la coreografía, necesitamos que venga. A menos que te sientas muy mal—esperaba una respuesta. De hecho, todos la esperaban. Con los ojos calvados en ella.

Negó en silencio, un poco presionada.

Un pensamiento le atravesó la mente al instante «Los idols hacen millones de cosas en un día» e inmediatamente, se arrepintió.

Cuando los chicos se aseguraron que pudiese ser capaz de atravesar un día completo de trabajo sin presión baja dejaron a Nara prepararse previo al desayuno. Envuelta en la soledad de su lujosa habitación, se sentó en el borde de la cama pensando «¿Qué carajo está pasando?». ¿Por qué había cambiado cuerpos con otra persona?, ¿por qué un hombre?, ¿por qué un idol?, ¿por cuánto tiempo?, ¿para siempre? Y más importante, ¿cómo volver a ser ella?

Abrió el closet a la derecha de la habitación, encontrándose con diferentes pantalones y camisetas de diferentes texturas, colores y tamaños. De repente, la idea de ser una estrella le pareció emocionante.

Nara envidiaba tanta variedad, se probó una chaqueta roja brillante y se vio en el espejo. No había notado su nuevo cuerpo, era musculoso, fuerte y esbelto, el tipo de cuerpo que solo podría pertenecer a un atleta o a alguien que cuidara intensamente su físico. La chaqueta lucía bien en sus anchos hombros y era sorprendentemente cómoda. Hacía ver su cintura aún más pequeña de lo que la tenía.

Le gustaba la ropa que Jungkook tenía, pero siendo honestos, la mayoría solo le quedaban bien porque era él.

Terminó eligiendo un conjunto azul y beige deportivo. No pudo evitar verse en el espejo cuando se quitó la remera, «que raro se siente» pensó al verse los abdominales. Un leve rubor calentó las mejillas de Nara cuando pensó en cambiarse el pantalón de pijama y se dio la vuelta dándole la espalda al espejo.

Se bajo los pantalones con los ojos en el techo y se puso la prenda elegida. Se giró sobre sus talones para verse en el reflejo. Se veía bien. La ropa cara realmente valía la pena, sentía que flotaba en la tela más cómoda que jamás había sentido.