Capitulo 4

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Ghost, al meterte a la habitación, te aventó a la pared, recargándote en ella. Se paró frente a ti, tomándote del cuello.

Ghost: ¡QUÉ MIERDA PRETENDES, TN!

- ¡Suéltame, idiota, me estás lastimando!

Ghost: ¡Debería hacerlo! ¡Debería incluso matarte, maldita sea! *le da un puñetazo a la pared*

- ¡Qué demonios te pasa, animal, suéltame ya!

Manoteabas e intentabas safarte, pero era inútil; su fuerza era mucho mayor que la tuya.

Ghost: ¿Crees que no te escuché anoche? ¿Crees que no me di cuenta de lo que estabas haciendo con ese pendejo en tu habitación?

- ¡Y a ti qué? ¡A ti qué te importa lo que yo haga!

Ghost: Escúchame bien, TN, no te quiero ver cerca de ese pendejo.

- ¡¿Qué?! ¡¿Quién demonios te crees para decirme a quién acercarme y a quién no?! ¡Tú ya no eres nada mío! ¡No tienes ningún derecho sobre mí, déjame en paz!

Ghost: No me obligues a matarlo, TN, porque no me va a temblar la mano para hacerlo.

- De verdad, no te entiendo. Desde que llegué, lo único que has hecho es demostrarme cuánto me odias... Y ahora sales con esto

Ghost: ¡Maldita sea! ¿Es que no te das cuenta?

- ¿De qué demonios tendría que darme cuenta?

Ghost se acercaba cada vez más a ti, un hormigueo recorría todo tu cuerpo al sentirlo cada vez más cerca, especialmente en tu entrepierna.

Ghost: ¿De verdad necesitas que te lo explique?
*Se levantó el pasamontañas*

Se acercó a ti, sus labios casi rozaban los tuyos, estaba tan cerca que sentías la respiración caliente que salía de su nariz.
Te seguía moviendo el piso igual que cuando estabas con él, seguía siendo igual de atractivo o incluso más, te seguía gustando, tu respiración estaba acelerándose. Una de sus manos la puso sobre tu rostro.
Te dejó un beso entre la mejilla y los labios, cerraste tus ojos al sentir sus labios besándote, pero reaccionaste de nuevo, no ibas a caer tan rápido en su estúpido juego.

- Ya basta, Ghost. *Lo apartaste de ti empujándolo*

Ghost: Ahora resulta, ¿no?

Fantasmas del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora