Quédate conmigo.
Incluso si no se si esto es amor...
Park Sunghoon en ascenso con el patinaje artístico, con una gran vida sin alguna preocupación alguna.
¿Qué pasará cuando un bebé aparezca en su puerta? Junto a una nota aclarando que es su hijo...
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— ¿Qué tal te ha ido con tu sugar? — preguntó Hee mientras desempolvaba unas cortinas del escenario.
— Te va a escuchar — se acercó a él dándole un pequeño golpe en el hombro, Hee rió — y ya te dije que no es mi sugar, na-nada de eso.
— Claro, como sea, dime dónde se consiguen de esos — miró de reojo a Sunghoon.
El mayor se encontraba sentado en las butacas viendo al par de niños jugar en una parte del escenario, pero en ocasiones (repetidas) estaba mirando a Jake.
— Sí, uno de esos, pero que no sea tan posesivo, se ve que me quiere matar.
— No seas ridículo y ponte a trabajar — le aventó una escoba evadiendo el tema.
Mientras tanto los niños seguían haciendo sus dibujos. Los trazos de Tae eran ligeros y parecía poner mucho empeño en su trabajo, sacaba la lengua cuando estaba concentrado cosa que hacía que Sunghoon sonriera de ternura, él los veía de lejos.
— Mira, solo falta un poco de rojo y... — Beomgyu hizo varios trazos con su crayón — listo. He terminado. ¿Qué tal? — le mostró su dibujo a Tae quien lo vio con mucha atención.
— ¿Es una iguana gigante? — ladeó su cabeza.
— Nooo, es un dragón gigante, enorme — alzó sus manos — y ahí está aplastando y lanzando fuego a una ciudad porque quiere conquistar el mundo — señaló los elementos de su dibujo.
— Oye, pero le falta algo, — tomó el color verde al igual que el dibujo e hizo unos trazos — le faltan sus alas, sino no selía un dlagón ¿ves? — le dio devuelta su dibujo.
— Oye — sus ojos brillaron al ver su dibujo — Tae tienes razón, eres muy inteligente, pues ¿cuantos años tienes?
— Tengo dos — alzó dos dedos de su mano.
— Oh, aún eres un bebé, yo tengo cuatro años — alzó su mano señalando únicamente tres dedos, Tae se rió.
— No, así no es — se acercó más Beomgyu, éste instintivamente retrocedió su rostro mirando al menor con los ojos bien abiertos, Tae tomó su mano y lo ayudó a alzar otro dedo de su mano — así son cuato.
Beomgyu ante el tacto del niño se sintió algo raro que hasta se quedó completamente quieto, cuando Tae se alejó de él miró su mano.
— Y-ya sabía — rascó su cabeza — solo quería ponerte a prueba...como sea, ¿que fue lo dibujaste?
— Dibuje esto — alzó su dibujo y comenzó a señalarlo — es mi familia, aquí estoy yo, ahí está mi papá Sunghoon y aquí mi papi Jake, también aquí está Lala.
— Que lindo te quedó, ¿cómo es qué haces todo bien? — miró con atención — . Espera, te falto algo — tomó el crayón y comenzó a dibujar — listo, toma.
