Quédate conmigo.
Incluso si no se si esto es amor...
Park Sunghoon en ascenso con el patinaje artístico, con una gran vida sin alguna preocupación alguna.
¿Qué pasará cuando un bebé aparezca en su puerta? Junto a una nota aclarando que es su hijo...
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— ¡Papi Jake! — sentía como su cuerpo era levemente empujado — . ¡Papi!
— Tae...vuelve a la cama — soltó un bostezo — es domingo y es temprano como para que andes despierto, ven — se enderezo un poco y alzó al pequeño para subirlo a la cama con él, lo puso a su costado y lo cobijó.
— Jake, pelo, debemos darle de comel a Lala.
Al terminar de decir esto Jake sintió como Layla salto directo a su cama y le comenzó a lamer el rostro.
— Okey, okey — apartó un poco a Layla — , bien, vamos.
Tae bajó de la cama con su ayuda y fue junto con Layla a la cocina. Jake aún somnoliento se frotó el rostro con ambas manos. Se colocó las sandalias y fue a enjuagarse el rostro, saliendo del baño pasó por la habitación de Sunghoon y se asomó un poco.
Su molestia se hizo otra vez presente cuando noto que no estaba. Últimamente solo lo veía en las noches, siempre solía llegar temprano al trabajo, más de lo normal.
"Hoy ni siquiera tendría por qué ir a trabajar..." se dijo así mismo.
Tratando de ignorar ese hecho bajó a la cocina y le sirvió croquetas a Layla, después se dispuso a hacer el desayuno para su niño adorado y él.
— Papi — Jake solo respondió con un "¿si?" — . ¿Podemos ir al centlo comelcial? — preguntó para después llevarse un bocado a la boca de un par de hot cakes recién hechos.
— Mmm, claro ¿por qué no? — sonrió dulcemente y el pequeño aplaudió emocionado.
Era una buena opción para que ambos se distrajeran de todo lo que había pasado, Tae al parecer no le había tomado tanta importancia, pero Jake aún tenía todo muy presente.
[...]
Sunghoon estaba tomando un café frío en compañía de sus dos amigos, platicando sobre cualquier cosa. Aunque a decir verdad, Sunghoon parecía estar escuchando y no aportar demasiado a la conversación.
— Y por eso en mi vida volveré a comprar en esa tienda. ¿O creen que exagero? — preguntó Sunoo en dirección a Sunghoon que tenía la mirada perdida.
Jay soltó ante su desesperación un suspiro y chasqueó sus dedos en frente de los ojos de su amigo para hacerlo reaccionar, es sólo parpadeó varias veces desconcertado.
— ¿Eh? Sí, sí, completamente de acuerdo — bebió de su café y sus dos amigos se le quedaron viendo.
— ¿Nos dirás de una vez que es lo que te pasa? — Jay pudo bien ignorarlo, pero aquella actitud no era algo que fácilmente pasaría por alto.
— ¿Qué? No pasa nada de nada...¿qué debería pasarme? — jugó con el popote de su bebida dando vueltas una y otra vez, los otros dos guardaron silencio esperando una respuesta.
