CAPÍTULO 10

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— Mi cabeza

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— Mi cabeza... — Jake tenía sus ojos cerrados sobando su cabeza — siento como si un tren me hubiera pasado por encima — con lentitud logró quedar sentado en su cama.

Examinó la habitación en donde estaba y logró ver a Layla aún durmiendo, la luz de la mañana atravesaba por toda su habitación.

— ¿Qué fue lo que pasó? — se colocó sus sandalias, levantándose lentamente para estirar su cuerpo.

Tomó su celular para ver la hora, pero este no tenía pila, tuvo que ponerlo a cargar. Iba a volverse a acostar para seguir descansando, no tenía ganas de hacer nada, no hasta que una pequeña voz comenzó a escucharse por el otro lado de la puerta.

— Tae — abrió la puerta rápidamente y el pequeño saltó a sus brazos.

— Te espele toda la noche, pelo no llegabas, ¿a dónde fuistes? Te estañe mucho. Incluso apa y yo fuimos por ti, pelo me quede dolmido en la camioneta polque era talde — le reclamó el pequeño — , Lala y yo nos pleocupamos — hizo un puchero.

— Yo... — la verdad era que no sabía que decir, no entendía qué era lo que estaba pasando.

— Pelo te peldono si me das helado y dulces, muchos dulces — Tae se separó de él para ir a despertar a Layla — , Lala, vamos a jugar — la perrita ladró y el pequeño sonrió.

Tae se apresuró en abrir la puerta y Layla salió corriendo a los pasillos.

— ¡Papi vamos a comel! ¡Que tengo hamble! — gritó Tae para que su niñero lo escuchará.

— Vo-voy — caminó algo tonto — , debo de intentar calmarme cada que me dice papá...

Acomodó solo un poco su pijama y salió de su habitación, intentó ver si Sunghoon seguía en su habitación, pero no escuchaba ruido alguno proveniente de ella.

Algo indeciso bajo las escaleras y caminó a la cocina para comenzar a hacer el desayuno, cabe aclarar qué la cocina era más grande que la anterior al igual que el comedor ya que en él podían sentarse al menos doce personas y los ventanales qué tenía la casa la hacían tener siempre una hermosa luz.

— Tae, aun no puedes salir al jardín — detuvo al pequeño al ver que quería abrir la puerta qué los mandaba al jardín — , primero vamos a desayunar para después cambiarte, ¿esta bien? — Tae respondió un rápido "si" — . ¿Sabes si Sunghoon sigue durmiendo?

El menor negó ante la pregunta alejándose de donde estaba para ir a la sala para poder jugar con Layla, la perrita solo la seguía con emoción a todos lados.

Con la incertidumbre aún presente Jake comenzó a hacer el desayuno, alejándose en ocasiones de la cocina para mirar por las escaleras para saber si Sunghoon iba a bajar en algún momento, más este seguía sin aparecer, cosa que lo comenzó a desanimar.

— ¿Hijo, dónde estás? — Sunghoon bajó las escaleras buscando con la mirada a Tae, pero cuando vió que Jake se acercó a él comenzó a caminar en dirección contraria.

𝑈𝑁𝐸𝑋𝑃𝐸𝐶𝑇𝐸𝐷 𝐷𝐴𝐷 - 𝑆𝑈𝑁𝐺𝐽𝐴𝐾𝐸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora