Quédate conmigo.
Incluso si no se si esto es amor...
Park Sunghoon en ascenso con el patinaje artístico, con una gran vida sin alguna preocupación alguna.
¿Qué pasará cuando un bebé aparezca en su puerta? Junto a una nota aclarando que es su hijo...
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Sunghoon se había recostado en su cama tratando de calmar su molestia, su cuarto estaba con la luz apagada, quería dormir y su molestia seguía demasiado presente.
Levantó su cabeza de la almohada al ver como desde la puerta entraba la luz del corredor, volteó a ver quien se encontraba en esa dirección y pudo ver a Tae.
— Taehyun, ¿qué haces? Deberías estar dormido — se sentó en el borde de la cama mirando al pequeño que se acercaba a él — . Anda, ve a dormir — ordenó.
El pequeño no hizo caso, en cambio se acercó más, le puso enfrente a su padre una hoja de papel. Sunghoon no sabía lo que hacía, vio la hoja con detenimiento y con la poca luz que entraba al cuarto pudo ver un dibujo, al parecer eran dos personas una grande y una pequeña, ambas con caras sonrientes y alrededor un bonito paisaje con corazones a los costados, un buen dibujo, para un niño de esa edad.
— Tú, yo — señaló ambos garabatos con sus manitas — . Toma, apa — dejó el dibujo en las manos de su padre.
Al ver y escuchar aquellas palabras lo llenaron de emociones distintas, sentía como un nudo en la garganta, una sonrisa se formó en sus labios. Sunghoon dejó el dibujo en el pequeño mueble cerca de su cama y tomó al niño en brazos, lo alzó y lo abrazó fuerte. Sin duda era un idiota.
— Perdón apa — dijo Tae recargándose en el hombro del mayor.
— ¿Perdón? No, Tae, perdóname a mí ¿si? — acarició su cabello — , perdón por gritarte, no tenia porque hacerlo — la culpa se apoderó de él.
Jake solamente contemplaba la escena, estaba en el corredor y se fue acercando al marco de la puerta, sonrió al verlos juntos.
Sunghoon alzó la vista y cruzó miradas con Jake, el menor se puso nervioso, no quería interrumpir aquella bonita escena.
— ¿Sigues aquí? — se levantó con el niño en brazos, su voz era más relajada.
— Sí, pero ya me voy, no quería irme sin que las cosas estuvieran... — rascón su cabeza — ya sabes, todo en orden. Bien, hasta luego.
Tae se impulsó en dirección a Jake moviendo sus manos para que lo cargara, Jake solo le decía adiós con una seña.
— Cuento — le dijo Tae a Jake, moviendo el hombro de su papá para que avanzara.
Sunghoon hizo caso a lo que su hijo pedía hasta que quedó tan solo un paso de Jake.
— Cuento y dolmil conmigo — tomó con sus pequeñas manos el rostro de Jake.
— Pero, yo — elevo su mirada al padre de Tae, esperando que lo ayudará.
— Lo plometiste — soltó a Jake y se acercó nuevamente a su padre para comenzar a soltar un par de lágrimas — . ¡Mentiloso!
Jake sintió un nudo en su garganta por la manera en como Tae lo miraba, no quería eso.
— Tae, no digas eso — lo detuvo Sunghoon — , Jake ya se tiene que ir porque es tarde, mañana podrá leerte uno, ¿si? — . El pequeño asintió y se bajó de su papá para irse a su cuarto.
