Quédate conmigo.
Incluso si no se si esto es amor...
Park Sunghoon en ascenso con el patinaje artístico, con una gran vida sin alguna preocupación alguna.
¿Qué pasará cuando un bebé aparezca en su puerta? Junto a una nota aclarando que es su hijo...
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Los primeros en despertar a la siguiente mañana habían sido los dos mejores amigos de Sunghoon, mismos quienes buscaron por un buen tiempo a aquellas cuatro personas.
Sunoo, fue quien salió primero y notó la casa de acampar algo abierta, llamó a Jay y entre los dos caminaron hacía ella, cuando la abrieron ambos amigos vieron algo muy tierno y que los hizo sentir en calma.
En cada esquina estaban los dos adultos, Taehyun abrazaba a Jake, seguido del hijo de Sunghoon seguía el otro pequeño, pero el estaba en una posición diferente porque una de sus piernas estaba encima del estómago de Sunghoon, una de sus manos sostenía la de Tae y por último estaba su mejor amigo, quien tenía en su rostro una mueca de dolor.
Pero no se sentían angustiados por su amigo, porque ambos sabían que por primera vez en su vida estaba siendo feliz, sin regla alguna o miedo.
Agradecen demasiado qué Jake llegará a la vida de ambas personas. El chico había llegado a salivar a Sunghoon y a Taehyun cuando más los necesitaba.
[...]
Pasaron unas horas más y Beomgyu salió junto al pequeño niño, querían estar un poco en el gran remolque del camping. Para después ayudar a Jay y Sunoo en el desayuno.
Sunghoon fue quien sintió de inmediato qué ya no tenía encima el cuerpo de Beomgyu. Así que recorrió lentamente su cuerpo hasta que quedó a un lado de Jake. Tenía su rostro delante de él y no pudo evitar reírse al ver como dormía su menor, le gustaba verlo por las mañanas porque siempre se despeinaba mucho y eso le daba una adorable apariencia.
— No se cuánto más podré resistirme... — mordió su labio y su mano dió pasó a la cadera del menor, donde el pliegue de su pijama estaba doblado hacía arriba, podía ver su abdomen casi nada marcado.
Por las caricias que le siguió dando, no evitó que el chico comenzará a removerse, Jake, aun por lo adormilado que estaba pensaba que se trataba de su pequeño, pero sabía que la mano tenía un tamaño mucho más grande y que las manos de su pequeño niño no tocarían su espalda y piernas como lo estaba sintiendo.
— ¿Su-Sunghoon? — sus mejillas se sonrojaron al ver el pecho destapado de su mayor. Debido a que los primeros dos botones del pijama estaban desabotonados.
— Te desperté — dijo juguetón, haciendo aun los mismos movimientos, que provocan qué la voz del saliera entrecortada al menor.
Internamente Jake no sabía qué hacer y no lograba concentrarse en darle una respuesta porque su cuerpo pedía a gritos no interrumpir lo que Sunghoon le estaba haciendo, no era solo su culpa, sabía perfectamente que el pelinegro hacía aquello con intenciones claras.
— ¿A-apenas despertaste? — carraspeo su garganta, no quería verse tan hormonal.
— No tiene mucho — se acercó más — , ¿qué tal dormiste?
