Quédate conmigo.
Incluso si no se si esto es amor...
Park Sunghoon en ascenso con el patinaje artístico, con una gran vida sin alguna preocupación alguna.
¿Qué pasará cuando un bebé aparezca en su puerta? Junto a una nota aclarando que es su hijo...
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Sunghoon miró por el espejo retrovisor hacia la parte trasera del coche, donde Taehyun, su pequeño y lindo hijo, observaba con maravilla el mundo pasar con sus ojos curiosos. A su lado, estaba Beomgyu, lleno de pura energía y entusiasmo, estaba muy atento en tratar de explicarle a Tae que era cada cosa que veía por la ventana.
El mayor miraba a Jake con una sonrisa forzada, ya que el menor casi no le había dirigido la palabra durante el trayecto que llevaban ya recorrido.
— Parece que Tae y Beomgyu se están divirtiendo, ¿no? — con su cabeza señaló la parte trasera de ellos.
— Sí, Beomgyu es un buen compañero de juegos para Tae... — respondió aún con la vista en la carretera — . Lo bueno es que logré convencer a Heeseung que que me diera permiso de llevarlo a acampar, podría haber resultado aburrido que Tae solo conviviera con adultos ¿no?
— Claro — asintió — , pensé que no te dejaría traerlo, se preocupa mucho por él, al parecer. Debe confiar mucho en ti.
— ¿Quién no lo haría? Tú me confiaste a Tae cuando tenías un día de haberme conocido, ni siquiera un día completo — río al recordar aquello, Sunghoon hizo lo mismo — . En ese entonces pensé que estabas loco — "y que eras un pervertido." Recordar aquello lo hacía reír aún más.
— Ahora veo que estaba en lo correcto — bromeó — . Además, creo que a cualquier persona le preocupa la seguridad de un familiar...especialmente si se trata de un niño.
— Jake, sobre eso yo...sabes, no puedo ignorar la conversación que tuvimos...
— No quiero hablar de eso, ¿está bien? — contestó rápidamente.
— Solo quiero decirte que me preocupa Tae tanto como a ti, pero necesito que confíes en mí, ¿si? Y no solo depende de mí, de ti o de mi, no solamente uno, somos los dos, los dos estamos en esto — la vista la tenía enfrente
En ese momento, la ternura emergía entre ellos, pero antes de que pudieran profundizar en su conversación, Beomgyu, jaló desesperadamente el brazo de Jake.
— Tío Jake, ¡tengo que ir al baño, ahora!
— Está bien, Beomgyu. Vamos a encontrar un lugar en cuanto lleguemos, ¿de acuerdo? Ya nos falta poco.
— No creo que pueda aguantar... — suplicó.
Sunghoon suspiró pesadamente. Ese niño tenía talento para interrumpir ciertos momentos. Resignado giró el volante suavemente, dirigiendo el vehículo hacia una gasolinera cercana.
Beomgyu saltó del coche, agarrando la mano de Jake y arrastrándolo hacia el baño. Mientras tanto, Sunghoon desabrochó a Taehyun, llevándolo en brazos hacia la tienda. Tae le pidió que le comprara algunos dulces y salieron para esperar a Jake y Beomgyu.
