Quédate conmigo.
Incluso si no se si esto es amor...
Park Sunghoon en ascenso con el patinaje artístico, con una gran vida sin alguna preocupación alguna.
¿Qué pasará cuando un bebé aparezca en su puerta? Junto a una nota aclarando que es su hijo...
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— ¿Quién va a renuncial?
Ambos adultos intercambiaron miradas de preocupación, rápidamente Sunghoon se apartó un poco de Jake y fue en dirección hacia Tae para cargarlo en brazos.
— ¿Renunciar? Nadie va a renunciar bebé — le explico mientras se acercaba a Jake y este le sonreía.
— Sí, escuché que hablaban de eso — sus ojitos de curiosidad iban dirigidos al rubio.
— Seguro escuchaste mal amor, Jake y yo solo hablábamos de cosas de adultos, cosas muy aburridas. ¿Verdad?
— Así es — Jake siguió — ¿qué haces acá? Recuerdo haberte dejado en tu cuarto — acercó su rostro al del pequeño y este le extendió los brazos para que lo cargará, Sunghoon se lo entregó al menor — . Mañana tienes que ir a la guardería, así que vamos a darte un baño para que vayas a la cama ¿si? — le explicaba mientras el pequeño asentía y ambos salían de la habitación de Jake para ir al baño.
Sunghoon solo se limitaba a verlos, de una u otra forma la escena que tenía enfrente podría considerarla única, de las más preciadas que podría tener, puesto que parecía tenerlo todo. En ese instante estaba agradecido de haber arreglado las cosas con Jake, y pensar que hace un momento estaba a punto de perderlo.
— Sunghoon — la voz de Jake lo sacó de sus pensamientos — ¿puedes ayudarme con Tae?
— Claro — sonrió y rápidamente fue hacia ellos. En este momento sentía una felicidad y alivio inexplicable.
[...]
Jake estaba esperando fuera de su escuela, tenía toda la atención en su teléfono puesto que Sunghoon le había dicho que pasaría por él para recoger a Tae en la guardería.
Por alguna razón estaba nervioso, y es que, después de lo que pasó cuando dijo que iba renunciar todo se sentía tan diferente, pero prefería ignorar todo. Alzó la vista y volteó a su izquierda, el auto de Sunghoon estaba acercándose, él hizo lo mismo y subió al auto, el conductor era él, esperaba que fuera su mánager pero no. Al parecer solo estarían ellos dos, ellos dos solos sin la compañía de alguien más en lo que llegaban a la guardería..
— Gracias por recogerme, no era necesario en serio — le decía mientras se abrochaba el cinturón de seguridad y el otro ponía el auto en marcha.
— Bueno, hoy tengo el día libre y no quería perder la oportunidad de recoger a Tae... — "junto a ti".
Hubo un silenció de unos pocos segundos. Jake no sabía a donde voltear, es decir, si veía a la ventana quizá podía parecer grosero, pero si veía a Sunghoon no podía evitar recordar lo que su mayor le había dicho. "Te devolví el beso de la madrugada".
— ¿Cómo te fue en la escuela? — quería romper aunque fuera un poco la tensión.
— Solo vine a entregar unos papeles, creo que te lo dije esta mañana. — Estaba agradecido de que no mencionara nada sobre el beso, o...¿los besos? Se sentía muy nervioso así que no se dio cuenta si respondió algo cortante.
