𝓜𝒓. 𝑽𝒂𝒎𝒑𝒊𝒓𝒆 ₊˚⁺ /𝑳𝒊𝒙𝒋𝒊𝒏/𝑯𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙/

⋆² - Apagón

- 🎸 -

Despierta poco a poco. Hace sol, pero mucho frío.

¿Dónde está?

Toca el suelo lleno de hojas y hierba, también nieve. Lleva ropa, al menos.

¿Qué ha pasado?

Se levanta mientras frota su ojo. Enciende el teléfono por si alguien le ha llamado.

Sí, bastantes llamadas.

Su estómago ruge de hambre.

Mientras pone el GPS hacia una cafetería cercana, trata de recordar.

"Cafetería cerca de mí." La más próxima está a veinte minutos caminando. ¿Cómo ha llegado tan lejos de todo?

No sabe siquiera cómo le quedan datos y batería.

Siente un pinchazo en el brazo. Tiene una tirita lila.

¿Por qué...?

Poco a poco se va acordando.

Ese pecoso... "El vampiro de Seúl".

Le da un repentino sentimiento. ¿Lo echa de menos...?

Desearía haberlo conocido mejor. Es interesante. Es curioso. Es un vampiro. Es hermoso. Es un muñeco.

¡Basta, solo se está dejando llevar por sus gustos! Lo que él hace es una atrocidad, no debería estar sintiendo esto.

Toda su vida ha estado enganchado a series e historias de vampiros. ¿Él es uno? ¿Cómo funciona eso, más o menos? ¿Cómo se puede nacer así? ¿O es algo de después?

Tiene tantas dudas, que cuando quiere retroceder para resolverlas, ya está fuera del bosque.

El miedo constante que siente por el aparato que... ¿Felix?, le ha dejado en el brazo, le hace sentirse inseguro. ¿Estará localizándole ahora y por eso le duele? ¿O será solo su cuerpo reaccionando?

¿Dónde consigue eso? Dios, qué dolor de cabeza.

No puede creerse nada, todo es irreal. Debe haber sido un sueño. ¿Pero cómo va a serlo cuando tiene estas tiritas en su brazo y cuello, y ha amanecido en el suelo del bosque?

Esto es tan... No sabe qué pensar. Mejor ideará alguna excusa para Jisung antes de que le reporten como desaparecido.

Puede ver las pequeñas y antiguas casas por las que había pasado hace dos días. Esa inyección...

Como tiene tan baja batería, decide no llamar a nadie todavía. Prefiere gastar la poca que le queda en poder llegar a una cafetería y comer algo.

Ya hay más edificios modernos. Empieza a escuchar el trafico y el murmullo de la gente.

Ve la estación de autobús de lejos. Mira hacia atrás, frunciendo el labio.

Uff... Tiene tantas ganas de volver, por alguna razón. Tanta intriga, tanta confusión.

Llega a la entrada de la cafetería dicha. Son las nueve de la mañana, está abierta hace poco.