𝓜𝒓. 𝑽𝒂𝒎𝒑𝒊𝒓𝒆 ₊˚⁺ /𝑳𝒊𝒙𝒋𝒊𝒏/𝑯𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙/

⋆²⁹ - Asfixia

— 🎸 —

Desde que Hyunjin está en Atlanta con su hermano, no puede despejar la mente.

Está llena de preocupaciones. Porque no le importa lo que le pueda pasar a su hermano, pero, ¿y si su niño bonito necesita ayuda?

Él es el único con el que puede mostrar empatía.

Está sediento.

Sediento por algo. No es sangre, sino deseos.

Se muerde la uña mientras reflexiona. Al llegar a una conclusión, sonríe enfermamente. Se levanta del sofá donde estaba "ideando el plan".

Siquiera lo ha empezado y Nana cree que ya está terminándolo. No le importa, que lo haga otra persona.

Las consecuencias llegarán, ¿qué más da?

Ha prometido que haría el plan, pero que lo hagan los otros tres planificadores. ¿Por qué tiene que trabajar él cuando puede relajarse y no hacer nada?

Luego le dan ataques de energía y los pensamientos no dejan de rondar, por lo que idea el plan más loco y surrealista que pueda crearse. Pero ahora no sucederá.

Toca suave la puerta del cuarto de Christopher. Escucha su voz dándole el paso.

-¿Ya has acabado el plan?- le pregunta Bang, escribiendo en el teclado de su ordenador portátil.

-Me falta poco.- miente descaradamente. Siquiera lo ha intentado pensar.

-Me alegro. ¿Quieres algo?- se coloca detrás suyo. Abraza su espalda y posiciona la barbilla en su omóplato.

-Hablar contigo. Me aburro.- más mentiras.

Toca sus brazos y los frota con las manos. Él ríe bajo.

-Tontito... Hyunjin y Jeongin ya vienen de camino. JeongEui está algo decaída también; Innie es su único y mejor amigo.- levanta la ceja.

-Sí, mejor amigo...- Chris le da un golpe de broma.

-Que no te escuche porque se enfadará. No saben aceptar que se gustan.- se encoge de hombros.

-Jeongin se apega a los demás y luego se aleja porque es un inútil.-

Bang gira a mirarle.

-No digas eso de tu hermano, Lee Felix.- se acerca a su rostro.

-¿Por qué?-

-Porque es muy feo burlarse de algo por lo que sufre. Además, tú haces lo mismo: cuando te dan tus ataques de poca cordura haces locuras y luego no hay cómo arreglarlo, te deprimes y dejas a los demás de lado.-

Las uñas se aprietan en los brazos del mayor.

-¿Ah, sí, Bang? ¿Y cuándo estabas tan hondo que no dormías y alucinabas? ¿O ese mes donde tuve que escucharte cada noche porque estabas tan deprimido por no ver a tu familia que ibas a renunciar a todo para volver?- se acerca a su oreja. Él escucha atento, algo tenso.