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Natalia:
[Imagen]

Alba:
¡No me lo puedo creer! ¿Te has acordado?

Natalia:
Esta noche es el solsticio y hace dos años que firmamos la última vez, claro que me he acordado.
La he traído a casa y la llevaré junto al árbol de nuevo cuando acabemos de hablar.
Eso sí, tendrás que darme permiso para firmar por ti.

Alba:
¡No me importa! Dios, ¿cómo está todo? ¿Se mantiene en buen estado?

Natalia:
Igual que la última vez, más o menos.
[Imagen]

Alba:
No puedo creer que esté igual.

Natalia:
Ahora toca firmar.

Alba:
¿Cómo lo hacemos?

Natalia:
¿Confías en mí, Alba?

Alba:
¿Por qué lo dices?

Natalia:
Porque voy a hacer una promesa en tu nombre.

Alba:
¿Eso es legal?

Natalia:
Si tú me das permiso, sí.

Alba:
¿Seguro?

Natalia:
Albi, es un contrato que escribimos con siete y ocho años. ¿Y ahora te preocupa la legalidad y la formalidad que tenga?

Alba:
Igual tienes razón.

Natalia:
Igual sí. ¿Me dejas o no?

Alba:
Siempre que no me comprometas a hacer algo que no me guste o atente mi integridad.

Natalia:
Joder, ¿por quién me tomas? Se supone que somos las mejores amigas por siempre jamás.

Alba:
Bueno, vale, haz lo que quieras. De todos modos, no estoy allí para firmar, así que todo esto no deja de ser un poco falso.

Natalia:
No es falso. Estamos cumpliendo nuestra promesa, aunque físicamente no puedas estar aquí.
Albi, voy a firmar, ¿vale?

Alba:
Ok.

Natalia:
Ya está.

Alba:
Quiero verlo.

Natalia:
¿Para qué?

Alba:
¡Acabas de hacer una promesa en mi nombre! ¿Y si has puesto que todo mi dinero será para ti cuando muera?

Natalia:
No podría haber puesto eso porque es bastante obvio que voy a morir antes que tú.

Alba:
Eso no lo sabes.

Natalia:
Sí, lo sé. Te prohibí morirte antes que yo.

Alba:
Ah, vale, de haber sabido que era tan fácil se lo habría prohibido a mi padre.

Natalia:
Alba...

Alba:
¿Qué?

Natalia:
No frivolices con la muerte de tu padre solo porque te duele.

Alba:
¿Me enseñas el contrato o no?

Natalia:
[Imagen]
Yo, Alba Reche, prometo volver a creer en las hadas.

Alba:
Tengo diecinueve años, Nat.

Natalia:
Lo sé.

Alba:
Es estúpido.

Natalia:
O no.

Alba:
Infantil.

Natalia:
O no.

Alba:
Te odio.

Natalia:
Yo te quiero. Y te echo de menos.

Alba:
Voy a salir a pasear, me has puesto triste.

Natalia:
Lo siento, Albi, pero no lo voy a cambiar.

Alba:
¿Por qué?

Natalia:
Porque no hay nadie que merezca más que tú volver a creer en las hadas.

El tiempo que tuvimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora