Han tardado más de lo que él pensó que sería. Al menos alrededor de veinte minutos Yor estuvo adentro hablando con el director. Él se quedó sentado en la banca de afuera, esperando, intentando mantenerse tranquilo ante todo.
Pensó en la situación, si ella fallaba, ni aún así él se llevaría la peor parte. Yor recibiría un Tonitrus, el último porque con ese tendría que ser expulsada del internado Edén. Mientras que él sería expulsado unas semanas.
Sería miserable.
Yor era la razón por la que no odiaba el internado. Cuando él entró a este lugar, fue por culpa de su padre, ni su mamá quería que él fuera a un internado del cual lo vería fines de semana con suerte o en vacaciones. Prácticamente, él obligó que Loid estudiará en el internado Edén y ni siquiera permitió que se despidiera de su madre. Odiaba este lugar.
Yor era su luz. El único motivo por el que la vida dejó de verse tan oscura, ella lo ha hecho sonreír por cinco meses, sus ocurrencias, la forma en la que ella es tan cálida y amable con él, como encontró un lugar seguro aquí. Ella lo era.
Si Yor es expulsada, él sería miserable. Él lo sabe.
Fue entonces que la puerta fue abierta.
—Nos vemos, Yor.
—Gracias, director.Loid se puso de pie y se paró frente a Yor. Ella subió la mirada a la de él, ojos brillantes, una sonrisa apenas visible ya que ella apretaba los labios.
—¿Tengo que preguntar o vas a decirme lo que te dijo? Porque voy a entrar a esa oficina y...
—Pase, aprobé todos los exámenes, Loid —dijo con una suave risita al final.Loid envolvió los brazos alrededor de su cintura, su cuerpo chocó contra el suyo, presionó las palmas de sus manos contra su espalda, casi como si quisiera meterla en sus costillas para protegerla de todo lo malo en esta vida.
—Te lo dije, Yor-Yor.
Yor apretó los labios, con los brazos abiertos aún sin poder corresponder su abrazo. Estaba esperando que lo malo se avecinaba sobre ellos como una avalancha. Pero nada pasó, nadie llegó a molestarlos, de hecho nadie estaba en el pasillo. Su corazón de pronto se hinchó en su pecho, sus ojos se volvieron vidriosos y su garganta dolió.
Enganchó las manos en sus hombros y enterró el rostro en el hueco de su cuello. Temblando.
Él notó de inmediato su comportamiento.
—Hey, confío en ti, te lo dije.
—Lo sé —chilló.Loid la tomó de los hombros y separó su cuerpo del suyo. Notó entonces que sus mejillas estaban manchadas con lágrimas frescas. Su corazón se detuvo.
—Hey, ¿qué pasa? —preguntó él, arreglando su cabello desordenado a su alrededor.
—Me odias.
—¿Qué? !No! Por supuesto que no...Ella derramó más lágrimas mientras sus mejillas seguían manchadas de sus lágrimas.
—Hey, no llores, no aquí. Ven.
Loid tomó su mano, jalo su cuerpo suavemente hacia el patio para llevarla a otro lugar. Algunos alumnos seguían en el patio, pero la mayoría ya estaba sobre sus autos propios, algunos en el autobús escolar pero la mayoría ya estaba dejando el lugar. Cuando llegaron al edificio de las habitaciones de los chicos, los pasillos estaban vacíos, por lo que Loid la llevó por estos hasta llegar al segundo piso donde estaba su habitación.
Ella solo intentaba ocultar sus lágrimas limpiándose con la mano libre mientras caminaba detrás de él.
Loid no entendía cómo ella podría pensar que él la odiaba. No podría odiarla aunque lo intentará.
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Fragmentos de ti.
FanfikceTwilight ha sido un espía durante diez años, enfocado únicamente en lo que depara el futuro. No se permite perder tiempo en el pasado que no recuerda. Sin embargo, todo eso cambia cuando está cerca de Yor. Cada vez que está a su lado, su mente va a...