𝐅𝐀𝐋𝐋𝐈𝐍𝐆 | Pedri González

－cap. treinta y cuatro

— ¡Soy argentino, es un sentimiento no puedo parar! — se escuchaba la hinchada argentina en la tribuna después de que la selección femenina haya ganando su último partido antes del mundial contra Perú.

Catalina miraba la tribuna con una sonrisa en su cara mientras se abrazaba con Olivia Peña, la arquera de la selección.

Todas en la selección estaban viviendo un sueño; jugaron el partido de despedida en la Bombonera y lo mejor era que las entradas se habían agotado a minutos de haber salido a la venta. Y es que desde que habían ganando la Copa America en el 2022, el fútbol femenino en el país sudamericano comenzó a tener más visibilidad.

— Que locura, boluda — Olivia susurró mientras seguía viendo hipnotizada la hinchada.

— No lo puedo creer todavía — Catalina le respondió de igual manera.

— Vamo' a festejar — la salteña le dijo para después guiarlas a ambas a los vestidores, donde ya estaban casi todas sus compañeras festejando.

— OOOOOAAAAAAA — Sabrina López, defensora de la selección, se acercó hacia donde estaban Olivia y Catalina saltando —. ¡HAY QUE ALENTAR HASTA LA MUERTE, PORQUE A ARGENTINA YO LA QUIERO, PORQUE ES UN SENTIMIENTO LA LLEVÓ EN EL CORAZÓN! — comenzó a gritar mientras abrazaba a sus amigas de los hombros y saltaba.

— Uh, está ya arranco a tomar — Catalina se rio tratando de sostener a Sabrina para que no se caiga de cara al suelo.

— Dale, Pupi — Sabrina miro a la bonaerense —. Toma, toma — le dijo mientras acercaba su vaso con contenido desconocido a la boca de la castaña.

— ¿Es un fernet vencido esto o qué onda? — Catalina hizo una mueca cuando el sabor le llegó.

— Ni idea que es — la mendocina se encogió de hombros —. Me lo dio Constanza.

— Nos vamos a cojer a todos en el mundial — Amparo apareció también bastante contenta.

— Anuló mufa — Catalina y Olivia hablaron a la misma vez mientras que Sabrina solamente sonreía.

— Esa, así se habla — la mendocina le respondió y se fue saltando hacia la ronda que habían hecho en el medio del vestuario mientras la música comenzaba a sonar cada vez más alto.

— Llegamos a ganar y estás dos terminan en el hospital con un lavado de estómago — Olivia le susurro a Catalina, quien asintió con la cabeza.

— Ya fue, ¿no? — la bonaerense miró a la arquera —. La vida es una, amiga — le dijo mientras se unía a la demás.

— Esa, Cata — Constanza la alentó en cuanto la vio unirse en la ronda —. Vos tene' que tomar demás porque pasaste por mucho este año ya. Festeja por la shampions y ahoga las penas por lo qué pasó con el pelotudo ese.

Catalina solo rio un poco tratando de no sentirse incómoda por lo último que su amiga y compañera dijo. Sabía que ya estaba un poco tomada por lo que decidió no prestarle tanta atención.

Decidió seguir disfrutando con sus amigas de aquel momento, sabiendo qué tal vez no iban a sentirse así de alegres por un tiempo y no pensar en nada. Solo en disfrutar.

•

— Hola, Pepi — Fer hizo presencia en el living de la casa que compartía con su hermano, encontrándoselo tirado en el sillón —. ¿Que estás mirando? — le pregunto pero no necesito que Pedri le respondiera, ya que la cara sonriente de Catalina apareció en la pantalla, indicando que su hermano estaba viendo el partido de Argentina vs. Perú —. ¿Cómo es que has conseguido encontrar un canal que pasará ese partido?

— Mejor ni te cuento en las páginas ilegales que he tenido que entrar para encontrar una decente — Pedri murmuro su respuesta sin quitar los ojos de la castaña.

— Pedri — Fer lo llamó para que le pusiera atención pero el menor ni se inmutó —. Pedro — volvió a decir más firme logrando que esta vez el futbolista si lo mirara —. Debes parar esto.

— Em — Pedri hizo como que pensaba —. No, no quiero — dijo finalmente para volver su mirada a la pantalla, donde estaban pasando algunas tomas del partido.

— No quieres pero debes — Fer dijo mientras se paraba enfrente de la pantalla —. Esto no es nada sano, Pedri. Si sigues así te hará mal a la larga.

— ¿Que peor me puedo poner si ya Catalina se ha ido y piensa que la engañe? — preguntó retóricamente —. Además, vaya uno a saber cuando será que tenga la posibilidad de volver a verla y poder explicarle las cosas. Así que, déjame por lo menos que la vea a través de una pantalla aunque sea.

— Pedri-

— No, Fer — el canario menor lo corto sin querer escuchar lo que su hermano tenga para decirle.

— Pero recuerda que ella ha firmado contrato con el Tottenham por dos años. Serán dos años en los que ella esté en Inglaterra y cualquier cosa puede pasar.

— ¿Que me estás queriendo decir con eso? — Pedri le pregunto confundido.

— Que Catalina puede enamorarse de alguien en Inglaterra — Fer soltó bruscamente.

— Créeme que Cata preferiría tirarse de un tren en movimiento antes que enamorarse de un ingles — Pedri rodó los ojos.

— No tiene por que ser ingles — su hermano apagó el televisor —. Recuerda quien juega en Inglaterra, es argentino y lo han vinculado con Catalina.

Pedri se sentó en el sillón y miró a su hermano desconcertado. No entendía si era su hermano o su enemigo número uno, pero lo que le acaba de decir no le gustaba para nada y el simple pensamiento de Catalina enamorándose de cierto jugador de fútbol argentino le dejaba un malestar en el pecho.

— Hay otras formas de decirme que me odias, ¿sabes?

— Joder, Pedri, es que eres un cabeza — Fer soltó fastidiado —. Lo que ha pasado entre Cata y tú es horrible, y por mas de que no le hayas sido infiel ella cree que si y esta dolida por eso. Es entendible que no te quiera ni ver en dibujo — Pedri solo se cruzo de brazos y miro hacia otro lado —. Debes dejarla ir, Pedri, y tu debes empezar a vivir tu vida nuevamente.

— ¿Como quieres que haga eso cuando Catalina no está en mi vida?

— Tuviste una vida sin ella.

— Eso era antes. Ahora no me imagino una sin ella.