𝐅𝐀𝐋𝐋𝐈𝐍𝐆 | Pedri González

－cap. trece

Catalina aquel día había llegado a su casa con ganas de pelearse con alguien. Las palabras de Pedri habían abierto una herida que estaba cerrada pero no cicatrizada, y le había dolido en lo más profundo.

Ella consideraba a Pedri como un amigo ya, pero al parecer se había equivocado porque el canario en la primera que pudo le dijo la cosa más hiriente. Y por más de que estuviera acostumbra a recibir malos comentarios, este había venido por parte de alguien a quien Catalina le había agarrado un poco de cariño, por lo que le dolió aún más.

— Como que no conecta dos neuronas, pareciera — la voz de Ampara a través de la videollamada le hablo —. Encima que por fin te abrís con alguien más que no sea conmigo o con Lorenzo y pasa esto.

— Y yo pensé que en las relaciones falsas no habían discusiones ni nada, pero parece que si.

— ¿Estará celoso?

Catalina miro a su amiga con el ceño fruncido. ¿De que podría estar celoso si no son nada?

— ¿De que va a estar celoso? — la bonaerense hizo el montosito con una mano —. Aparte, no tiene derecho a estar celoso si esto es falso. Es hacernos ver en público y listo, nada más.

— ¿Nunca se te pasó por la cabeza que él capaz gusta de vos? — Catalina negó con la cabeza —. Cata, por favor. Si no gustara de vos no hubiese reaccionado como lo hizo. Estaba celoso de Lorenzo.

— No creo — hizo una mueca —. Yo no le puedo gustar.

— ¿Por que no?

— Porque Pedri es un chico bueno, que por más de que tuviera ese rumor de haberse metido en una relación, todos los quieren igual. Es el chico carismático del equipo, que le cae bien a todos — se encogió de hombros —. Y yo soy la desequilibrada mental que no parece saber cómo estar en una relación estable sin ponerle los cuernos a sus novios. Y no importa cuanto trate de remediarlo en los partidos, siempre van a criticarme algo. Yo no soy lo que le conviene a Pedri.

— Pero... — Amparo hizo una pausa, tratando de repasar las palabras que su amiga le había dicho, para ver si había entendido bien —, ¿a vos te gusta Pedri?

Catalina abrió los ojos como plato ante esa pregunta. ¿Le gustaba Pedri? A ver, Catalina tenía dos ojos en la cara y podía ver perfectamente, y no iba a negar que el mediocampista era bastante atractivo, que tenía unos ojos marrones claros que la ponían nerviosa cada vez que la miraban fijamente, que su acento provocaba querer desmayarse cada vez que lo escuchaba. Pero eso no quería decir que le gustaba... ¿o si?

— Déjate de pelotudeces — negó con la cabeza —. Pedri no me gusta.

— ¿Segura? — la bonaerense asintió con la cabeza —. Bueno, a mi me parece que si te gusta pero bueno, si vos querés creer que no... adelante.

— Como sea — rodó los ojos —. Hablaré con Laporta y le preguntaré cuanto más va a durar este contrato.

— ¿No te parece que estás exagerando un poco igual? Mira que no lo conozco, pero tiene pinta de ser buen chico, y que dijo eso por estar celoso y no pensar las cosas con claridad.

— Pero las dijo, y no hay vuelta atrás — Catalina se recostó en el sillón —. Aparte, la imagen de él ya está limpia digamos.

— ¿Y qué hay de tu imagen?

— Diga lo que diga, haga lo que haga, la gente me va a criticar — se encogió de hombros —. Ya está.

— Cata... — Amparo odiaba ver a su mejor amiga así y no poder darle un abrazo. Nunca va a entender porque hay personas que no la quieren y la viven criticando por cada cosa mínima. No se merecía eso en lo absoluto.