La final de la Champions League femenina estaba a la vuelta de la esquina, y el Barça no paraba de entrenar todos los días para poder levantar por segunda vez aquella copa.
Estaban todas entre nerviosas, emocionadas y ansiosas. Querían ganar esa Champions más que nada y así olvidarse, de una vez por todas, la final de la temporada pasada donde cayeron ante el Olympique Lyon.
— Nos están dando con un caño, boluda — Catalina se tiro en el césped junto con Bruna, Patri y Claudia.
— No se que significa eso, pero si — Claudia le contesto con una sonrisa.
— Que nos están matando con este entreno — Bruna le tradujo —. ¿Más o menos eso significa, no? — le pregunto para estar segura a la argentina.
— Eso mismo — Catalina asintió.
— ¿Como has estado últimamente, Cata? — Patri le pregunto.
Ya habían pasado unas semanas, y por más de que la castaña estaba mejorando de a poco, seguía dolida por la traición del canario y de vez en cuando largaba alguna que otra lágrima. Pero de a poco, y con ayuda de sus seres más queridos y del psicólogo, estaba saliendo adelante.
— Como siempre — la argentina se encogió de hombros —. Estoy bien pero aveces me agarra esos bajones y lloro.
— Es entendible — Bruna pasó un brazo por los hombros de la sudamericana —. Llora todo lo que necesites que hace bien.
— Yo sigo manteniendo que puedo darle una hostia — Claudia aporto haciendo que las otras tres rieran un poco.
— Te lo agradezco, Clau — Catalina le sonrió.
Jonatan les llamó la atención, diciéndole que volvieran a entrenar, por lo que las cuatro se levantaron del césped y continuaron con el ejercicio. Hasta que el entrenador decidió que era momento de terminar con el entreno, ya sintiendo un poco de lástima por las jugadoras.
Catalina fue una de las primeras en irse a las duchas, queriendo sacarse el sudor del entreno. También quería llegar a su casa y tirarse en su cama, para poder dormir un poco.
Cuando ya estuvo lista, agarró todas sus cosas y salió hacia el estacionamiento junto con Alexia, mientras hablaban sobre sus expectativas en la final. Pero la argentina paró en seco cuando vio a cierta persona parada cerca de su auto.
— Y bueno, espero aunque sea entrar en los últimos minutos y así- — Alexia paro de hablar cuando noto que Catalina no se movía —. Cata, ¿estás bien? — sin embargo, Catalina no le contestó y solamente se quedó parada mirando enfrente de ella haciendo que la rubia dirigiera su mirada hacia ahí también —. No puede ser — murmuro para ella —. ¿Que haces aquí? — le pregunto a Pedri mientras se acercaba a él.
— Solo quiero hablar con ella dos segundos — Pedri estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para que Catalina lo perdonara, por más de saber que lo tenía difícil.
— Será mejor que te vayas, Pedri — Alexia trato de sonar lo más tranquila posible.
No es como si la capitana de las azulgrana se llevará mal con Pedri, pero siempre iba a estar del lado de Catalina sin importar que.
— Por favor, Ale... sólo un minuto. No pido más.
— Ella no quiere hablar contigo y debes respetar eso — la rubia miro por su hombro hacia la argentina, y vio que se había dado la vuelta dándoles la espalda.
Alexia rogaba para que cualquiera de sus compañeras apareciera en el estacionamiento y se la llevará. Y pareciera que sus plegarias fueron escuchadas, ya que Aitana apareció y vio al instante lo que estaba pasando.
— Cata — susurró mientras se acercaba a ella y la tomaba de los hombros y se la llevaba a cualquier otro lado.
— Vete, Pedri — Alexia le dijo finalmente para darse la vuelta y seguir a sus dos amigas.
Pedri se quedo parado ahí, maldiciéndose a sí mismo. ¿En que estaba pensando cuando decidió ir a esperarla a que terminara el entrenamiento? La verdad, es que no estaba pensando en nada.
— Joder — murmuró y se fue hacia su auto.
Se sentó en el asiento del piloto y, por más de que tuviera todas las ganas de ir corriendo hacia Catalina y hasta arrodillarse enfrente de ella si era necesario, no le quedó otra que manejar hacia su casa, donde fue recibido por el silencio.
Fer casi ni le hablaba, sus padres lo llamaban de vez en cuando para asegurarse de que no hiciera una locura y los únicos que le dirigían la palabra eran Gavi y Ferran.
Se echó en el sillón y cerró los ojos. Pensó qué tal vez era momento de dejarla ir y que ella haga de su vida y él intentar hacer lo mismo. Pero se había enamorado profundamente de Catalina y no estaba seguro de poder seguir adelante.
Se sentía como si algo vital se hubiera ido de su mundo, dejando un hueco difícil de llenar. Sentía una mezcla de emociones intensas; entre una tristeza profunda, nostalgia, arrepentimiento y una sensación de incertidumbre.
También sentía angustia. Mucha angustia. Tenia una sensación de opresión en el pecho, como si su corazón estuviera literalmente pesado o presionado por la intensidad de las emociones que estaba sintiendo.
Pero a fin de cuentas estaba así por su culpa. Por no haberse quedado esa noche en la casa de Catalina y hablar las cosas. Pero no, él tenía que huir como siempre y eso lo llevó a cometer el mayor error de su vida y sabía que nada iba a poder reparar todo el daño que le había causado a Catalina.
ESTÁS LEYENDO
𝐅𝐀𝐋𝐋𝐈𝐍𝐆 | Pedri González
Fanfic"loving you never was in the plan stuck in your ways, i sink in your sand" [pedri x oc!fem]