-cap. seis

5.8K 332 24
                                    

— ¡Que ella me ha empujado a mi! — la voz chillona de Dina Muñoz hizo que Catalina rodara los ojos por milésima vez en lo que iba el partido.

Ya estaban en el segundo tiempo y la jugadora chilena del Real Madrid siempre buscaba una excusa para que a Catalina le sacaran tarjeta o amarilla o roja.

La rivalidad entre Catalina y Dina comenzó cuando esta última hizo comentarios sobre la argentina que, obviamente, no le cayeron para nada bien. En el partido siguiente que tenían después de las declaraciones de Dina, todo se descontrolo; la chilena le pegó una cachetada a Catalina, y esta última no se iba a quedar atrás, por lo que la tiro de los pelos y la arrastró un poco en el césped sintético. A las dos, como era de esperarse, las expulsaron. Y uno pensaría que después de recibir una tarjeta roja cada una, aprenderían. Pero no. El odio que se tenían por la otra solo incrementaba.

— Si ni te toque, bolasera — Catalina le respondió.

— Pero si me has empujado.

— Pero cállate un poco, te lo pido por favor — Catalina para ese punto ya se estaba acercando a la chilena, por lo que sus compañeras fueron rápidas en acercarse para intervenir si era necesario —. Todo el partido te estuviste quejando de cosas que solo vos viste noma'. Anda a un psiquiátrico a que te ayude con esa esquizofrenia que tenés, hermana.

Dina parecía que estaba echando humo por la orejas, y el comentario de Catalina la hizo enojar aún más. Intento acercarse a la castaña, con intensiones de pegarle, pero la arbitra fue más rápida y la detuvo, sacándole amarilla. Y como era su segunda tarjeta amarilla en el partido, terminó siendo expulsada.

— Esto no se queda aquí — le aviso a Catalina, quien intentaba no reírse —. Todavía nos quedan los amistosos internacionales.

— Pero que miedo — Catalina le respondió sarcásticamente —. Ya le aviso a Batistuta que no me convoque — añadió.

— Ya, Cata — Aitana se la llevó para otro lado —. Cálmate, por favor.

— La próxima le bajó un diente — murmuró —. Me tiene harta la pelotuda esta.

— No dejes que entre en tu cabeza — Mapi Leon se unió —. Está buscando que reacciones para mal.

— Eso, tía — esta vez fue Mariona quien habló —. No le des importancia.

Catalina solo asintió y se dispuso a seguir con el partido. Para suerte de las blaugranas, el gol que abrió el marcador no se hizo esperar más gracias a Fridolina, quien fue la encargada del mismo. El partido concluyó la victoria del Barcelona y con un Real Madrid bastante enojado.

Catalina camino por el estadio Johan Cruyff, sonriendo mientras escuchaba como los aficionados blaugranas cantaban «Madridista qui no boti». Siguió caminando un poco más cuando sintió que alguien la abrazaba por los hombros. Giró su cabeza un poco a la izquierda, encontrándose con Alexia Putellas, la capitana.

— Que asistencia te has mandado, mi niña — la rubia le sonrió mientras las dos seguían caminando —. Pero tienes que controlarte un poco cuando te cruces con Dina. Ya sabes que a ella le gusta provocarte.

— Ya se — la castaña soltó un suspiro —. Pero bueno, ya está. La expulsaron a ella no a mi.

— La próxima no le prestes atención — la capitana le sonrió.

Desde que Catalina había debutado en el primer equipo, Alexia había tomado un rol importante en la vida de la argentina convirtiéndose en la hermana mayor que nunca tuvo. La capitana de las blaugranas siempre trataba de guiarla en lo que podía, y es que para esas alturas todos consideraban a Catalina como la heredera de Alexia.

𝐅𝐀𝐋𝐋𝐈𝐍𝐆 | Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora